Inicio » Content » DOMINGO 27º DURANTE EL AÑO. Ciclo "B"
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San Francisco de Asís

Siglo XIII

Subiaco, Italia

“¿Cómo podremos narrar la felicidad de ese matrimonio que la Iglesia establece, confirma la ofrenda, sella la bendición, proclaman los ángeles y ratifica el Padre celestial? (...) ¡Qué unión la de dos cristianos, unidos por una sola esperanza, un solo deseo, una sola disciplina, el mismo servicio! Ambos son hermanos, ambos son consiervos; nada les separa, ni en el espíritu ni en la carne; al contrario, ellos son verdaderamente dos en una sola carne. Donde hay una carne hay un solo espíritu: rezan a la vez, se postran a la vez, ayunan a la vez; se instruyen mutuamente, se exhortan mutuamente, se alientan mutuamente. Son iguales el uno y el otro en la Iglesia de Dios, en el banquete de Dios, en la pruebas, en las persecuciones y en los consuelos. Ninguno tiene celos del otro, ninguno engaña al otro, ninguno es gravoso para el otro”[1].

 


[1] Tertuliano, A su esposa, II, 8, 6-8 (trad. en: La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia y otros autores de la época patrística. NT. 2. Evangelio según san Marcos, Madrid, Ed. Ciudad Nueva, 2000, p. 194). Quinto Septimio Florencio Tertuliano nació en Cartago alrededor del año 155. Su padre era centurión de la cohorte proconsular. Ambos progenitores eran paganos. Procuraron a Tertuliano una sólida formación cultural, que le permitió hablar y escribir no sólo el latín sino también el griego. Además sus obras muestran que poseía una gran familiaridad con las técnicas de la retórica. Contrajo matrimonio y no llevó una vida demasiado edificante hasta el momento de su conversión, en la que debe haber influido no poco el ejemplo de los mártires cristianos. Pareciera haber recibido el bautismo entre los años 193-195, casi con toda seguridad antes del 197. Inmediatamente puso todo su talento y cultura jurídica, literaria y filosófica al servicio del cristianismo. Su paso al montanismo se inicia gradualmente, sobre todo a partir del año 207. Nada sabemos de Tertuliano después del 220, fecha en que parece haber compuesto su última obra.