Inicio » Content » EL REPERTORIO EUCARÍSTICO DEL HERALDO (V)

Santa Gertrudis, óleo sobre tela, Museo Nacional del Virreinato, Tepotzotlán (México).

 

Por Olivier Quenardel, ocso[1]

 

80. L 4,51[2].

SF: Natividad de la Santísima Virgen. Durante la misa, al momento del canto de la secuencia Ave praeclara (L 4,51,5). Comunión sacramental.

N: vivificum corporis et sanguinis sui sacramentum (L 4,51,5,7-8).

P: “A la oración (de María), el Señor, poniendo a todos al abrigo de su divina bendición, bajo el signo de la cruz, portador de salvación, los prepara a recibir y a guardar dignamente el sacramento vivificante de su cuerpo y de su sangre” (L 4,511,5,4-8).

 

81. L 4,52.

SF: “En el día de la Exaltación de la santa cruz..., cuando ella participaba en la Misa...”. Después, “a la elevación del cáliz”.

N: corpus domini (L 4,52,5,15).

E: Cuando participaba en la misa, el Señor la instruyó sobre el sentido de los honores que se rinden a la Cruz (L 4,52,2). A la elevación del cáliz, el Señor le enseña a ofrecer el cáliz de su miseria (L 4,52,5).

 

83. L 4,51.

SF: “Se acercaba la fiesta del Arcángel San Miguel. Un día en que ella debía comulgar...”.

N: vivificum corporis et sanguinis sacramentum (L 4,53,1,5-6); praemagnificum sacramentum (L 4,53,1,8).

E: Para agradecer a los ángeles sus servicios hacia ella, ofrece al Señor “en honor de estos grandes príncipes... este admirable sacramento, en alabanza eterna y por el aumento de su alegría, de su gloria y de su bienaventuranza... Los santos ángeles, entonces, según sus jerarquías, vinieron a doblar sus rodillas ante ella con gran reverencia” (L 4,53,1).

 

83. L 4,55.

SF: En la fiesta de Todos los Santos, “a punto de comulgar...”.

N: corpori Domini (L 4,55,6,13).

E: Gertrudis da gracias al Señor por cada categoría de santos, “orando por el crecimiento y progreso de la Iglesia”. Así, ella puede presentarse maravillosamente embellecida, en la presencia del Señor, adornada... con los diversos méritos de la Iglesia”. Gracias de unión mística: “Cuando ella hubo participado (del cuerpo del Señor) y hubo sido saciada,  tuvo la dicha de llegar a ser un solo espíritu con Él” (L 4,59,2).

 

84. L 4,59.

SF: En el aniversario de la consagración de la capilla, cuando se cantaba en la Misa: “Domus mea, domus orationis vocabitur” (= canto de comunión de la misa de la dedicación).

E: El Señor se manifiesta “para prodigar incasablemente sus beneficios” (L 4,59,2).

 

85. L 5,1.

SF: Este largo capítulo es el relato del “glorioso tránsito de la venerable señora abadesa  Gertrudis, de muy dulce memoria”. Los parágrafos 10,14, 25-36, están en contexto eucarístico. Señalemos aquí:

- L 5,1,10: la abadesa Gertrudis “temía cometer una negligencia omitiendo la santa comunión... y por otra parte, temía ser indigna de comulgar, cuando la enfermedad le hacía imposible todo ejercicio para prepararse a la santa comunión”. Por intermedio de Gertrudis, el Señor se digna instruirla y consolarla.

- L 5,1,14: la abadesa Gertrudis manifestaba su devoción eucarística, “por la abundancia de lágrimas que ella derramaba cuando debía comulgar; y a su vez, por el celo que ella ponía en escuchar la Misa”.

- L 5,1,25-36: Interacción constante de Gertrudis y de Cristo, en contexto eucarístico: en el ofertorio (26), “al momento de la elevación de la santa hostia” (27; 30), “en la bendición conclusiva de una de las misas” (31); “durante la Misa” (36).

 

86. L 5,2,2.

SF: “... cuando, al momento de la elevación de la hostia, (Gertrudis) ofrecía (por una hermana difunta), con fiel afecto fraterno, toda la fidelidad del corazón de Jesús...”.

E: “... ella la ve elevada a una mayor dignidad, como si hubiera sido emplazada en un rango superior, revestida de vestimentas más espléndidas y asistida por servidores más distinguidos. Y esto se repetía cada vez que ella hacía la misma ofrenda”.

 

87. L 5,3.

SF: El día siguiente a la muerte de una joven monja, durante la misa. Los parágrafos 2-6 y 8 están en contexto eucarístico. Señalemos:

- L 5,3,4: “cuando se cantaba en el ofertorio Hostias ac preces...”.

- L 5,3,6: “A la elevación de la hostia...”.

E: Notemos  en particular el diálogo de Gertrudis con la difunta en L 5,3,6: a Gertrudis, que le dice: “... tú pareces asegurarme que es más ventajoso celebrar la misa de difuntos, que cualquier otra”, ella responde: “Si esto trae más frutos, es a causa de la caridad con la cual el sacerdote trata de ayudar a las almas, en lugar de celebrar otra misa, simplemente para cumplir su deber sacerdotal. Pero si fuera llevado a Dios por un movimiento del corazón y celebrara con esta disposición, he aquí que esto es lo más fructuoso de todo”.

 

88. L 5,4.

SF: Largo capítulo que relata el feliz tránsito de la cantora Matilde, de piadosa memoria. Los parágrafos 1,2,4,17,21,22, están en contexto eucarístico. Señalemos:

- L 5,4,1: “Un domingo, por la recepción del cuerpo y de la sangre santísimos, (Matilde) había confiado a la divina misericordia la hora de su último suspiro”.

- L 5,4,4: “En el domingo Si iniquitates, el anteúltimo del año, mientras ella comulgaba por última vez antes de morir, Gertrudis, que oraba por ella, fue inspirada por el Señor a que advirtiera a su elegida, que debía prepararse para recibir el sacramento de la sagrada unción”.

- L 5,17: “Durante el prefacio de la gran misa, Jesús, esposo lleno de encanto, parecía haberse revestido del resplandor de una gloria nunca vista...”.

N: sacratissimi corporis et sanguinis (L 5,4,1,6-7).

E: Nótese en particular:

- L 5,21: “El día siguiente (al tránsito de Matilde), durante la primera misa, la de Réquiem aeternam, se vio a esta elegida de Dios disponer de unas cánulas de oro, que iban, desde el Cordero de Dios, hasta las personas que tenían por ella un afecto especial. Gracias a estos conductos, todas podían sacar del corazón de Dios lo que desearan... A la elevación de la hostia, se vio que esta alma bienaventurada deseaba ser ofrecida en alabanza eterna por la salvación de todos...”.

- L 5,22: “Otra vez en que (Matilde) aparecía en la gloria, Gertrudis le pregunta qué provecho ella había podido sacar... de las misas que (sus prójimos) habían hecho cantar en su honor a la Santísima Trinidad, en número igual al de su edad, y con el objetivo de alabar, glorifica y dar gracias por todos los beneficios que ella había recibido”. Matilde respondió: “Por las misas, he aquí que (el Señor) me ha concedido: que cada vez que yo lo alabo, un aroma embriagante recrea maravillosamente todos los sentidos de mi alma y los colma de delicias”.

 

89. L 5,5,6.

SF: “Otro día en que Gertrudis rezaba (por una hermana difunta), durante la misa, dijo en el momento de la elevación de la hostia: ‘Señor, Padre Santo, te ofrezco esta hostia por ella, en nombre de todos los habitantes del cielo, de la tierra y de los infiernos...”

N: sacramento altaris (L 5,5,6,15).

E: El alma por la que rezaba Gertrudis se apareció “ligeramente elevada en los aires y un número inconmensurable de personas, prosternadas ante ella, presentando una forma de hostia, la elevaron con sus dos manos. El alma dijo entonces: “... por haber querido recibir la comunión, yo obtengo ahora subir más alto, cuando este sacramento del altar se ofrece por mí... Se la vio entonces elevarse poco a poco en los aires, llevada por las oraciones de la Iglesia...”.

 

90. L 5,81.

SF: Dos secuencias al momento de la elevación de la hostia”, “en ocasión de Misas celebradas por una difunta”.

E: Conviene retener, sobre todo, la puesta en escena de la segunda misa.

 

91. L 5,12.

SF: En L 5,12,3,17-18, se trata, palabra por palabra, de “las notas cantadas (por un hermano converso) en la Misa...”. En 5,12,6, “se ofrece por esta alma el sacramento del cuerpo de Cristo”.

N: sacramentum corporis Christi (L 5,12,6,1).

E: En L 5,12,3, el hermano difunto dice a Gertrudis: “la oración que, en su fidelidad, mis amigos han hecho por mí ... ha hecho cada vez más leve mi pena. Soy como uno que se alegra ante una muy buena noticia. Y cada nota cantada por mí en la misa o en vigilias, me sirve de sabrosa refección” (L 5,12,3,15-18). En L 5,12,6,2-4, “se ve (al alma del difunto) glorificada de manera admirable, al mismo tiempo rebosante de alegría”.

 

92. L 5,17.

SF: “El domingo en que se hacía memoria de las almas de todos los padres de las hermanas de la comunidad, después de recibir la santa comunión, ella ofreció a Dios esta hostia, por el alivio de las almas de que se hacía mención” (L 5,17,1,1-4). “… Al día siguiente, durante la misa, después de la oblación de la hostia...” (L 5,17,2 = ¿el contexto podría indicar que se trata de la comunión?).

E: En L 5,17,1, el Señor se explaya sobre la “parentela” que es la suya. El L 5,17,2, le declara: “nosotros hemos tomado este alivio con aquellos que están perdidos y han sido encontrados; pero ahora, enviemos porciones a aquellos que no han podido aún ser encontrados”.

 

93. L 5,18.

SF: Mientras la comunidad recitaba por las almas el Gran Salterio –del que se dice que les es tan benéfico- y con el que, preparándose a comulgar ese día, ella oraba devotamente por estas almas, pregunta al Señor por qué razón El recibía con tanto favor este Salterio...”.

 

94. L 5,19,4.

SF: Pregunta de Gertrudis: «“Oh, Padre de las misericordias, si alguno, poseído por tu amor, desea cumplir este Salterio para tu alabanza, para el alivio de tus fieles difuntos, y no puede obtener el número de misas y limosnas en él prescriptas, ¿qué podría hacer que te fuera agradable y que tú aceptaras en cambio, con similar favor?”. El Señor responde: “Que para el alivio de las almas, reciba el sacramento de mi cuerpo, tantas veces como misas requeridas, y que, en vez de limosna, recite cada vez un Pater noster con la colecta Deus qui popitius est, por la conversión de todos los pecadores. Que haga además una obra de caridad para suplir cada limosna”».

N: corporis mei sacramentum (L 5,23,1,8-13).

 

95. L 5,21.

SF: “Cuando se celebraba la misa por el alma de una mujer pobre que iba a ser enterrada ese mismo día...”

 

96. L 5,23.

SF: “... El miércoles de Pascua, cuando, habiendo comulgado, tenía todavía la hostia en la boca, fue saludada con estas divinas palabras: “Veni, electa mea, et ponam in te thronum meum” (Ven, elegida mía y ponga yo en tú mi trono). Con estas palabras ella tomó consciencia de que se acercaba aquella hora, a la cual se referían las palabras recibidas en la última fiesta de san Martín, cuando se le dijo: Quiero sacarte de esta vida en breve tiempo” (L 5,23,1,8-13).

 

97. L 5,24,1.

SF: “Un día en que ella debía comulgar, encontrándose agotada y sin fuerza alguna,  le pregunta al Señor si, habiéndosele dado tal debilidad, no debía más bien pagar su deuda a la naturaleza”.

 

98. L 5,27.

SF: Para prepararse a su tránsito, Gertrudis se propuso repasar en su espíritu “un ejercicio muy saludable, destinado a instruir a cada uno en el modo como, al menos una vez por año, puede uno representarse piadosamente su propia muerte y anticipar su hora... He aquí cómo: el primer día está consagrado a la última enfermedad, el segundo a la confesión, el tercero a la unción, el cuarto a la comunión, el quinto a la muerte.... El domingo que precedía a estos ejercicios, ella implora la ayuda y el socorro divino para la santa comunión...” (L 5,27,1). El sábado y el domingo siguientes: dos secuencias “a la elevación de la hostia” (L 5,27,5.7).

N: hostia sacrosancta (L 5,27,5,2); vivifico sacramento altaris (L 5,27,5,8).

P: El domingo que precedía a estos ejercicios, “al momento de comulgar, recuerda que hubiera querido confesarse gustosamente el día anterior, si le hubiera sido posible,  y desea recibir de Dios la absolución de todos sus pecados y negligencias” (L 5,27,2). “El sábado (siguiente) mientras ella se preparaba lo mejor que podía a la comunión, cuatro ángeles, príncipes gloriosos, se le aparecen durante la misa, ante el trono de la divina majestad, en el momento de la elevación de la santísima hostia...” (L 5,27,5,1-4).

E: Primer pasaje: “a la elevación de la hostia” (el sábado, L 5,27,5): “... dos ángeles escoltaron al Señor Jesús y lo rodearon a derecha e izquierda. Los otros dos condujeron al alma al encuentro del Señor, para presentársela. El Señor la acogió con ternura y la hizo reposar sobre su costado. Tenía en su mano el sacramento vivificante del altar, simbolizado por un velo, bajo el cual él se escondió con ella y se unió a ella en felices esponsales”.

Segunda secuencia “a la elevación de la hostia” (el Domingo, (L V,27,7): unión mística del Corazón de Gertrudis con el corazón de Cristo, simbolizado por “un árbol de maravillosa belleza”, cuyas flores “como iluminadas por los rayos del sol, procuraban una felicidad indecible a la resplandeciente y siempre calma trinidad, así como a los habitantes del cielo”; y por el cual, cada uno de aquellos por los que ella oraba, podía “coger (los frutos) y encontrar la salvación” (L 5,27,8).

 

99. L 5,28,2.

SF: El Señor expresa a Gertrudis su propia alegría, cuando se dona a ella en el sacramento del altar: “esa que no puede tener lugar em esta vida”; y agrega, a propósito de la dulzura de esta unión sacramental: “cuanto más frecuentemente se renueva, es más intensa y eficaz” (quanto saepius renovatur, tanto efficacius viget, L 5,28,2,18).

N: sacramento altaris (L 5,28,2,10); sacramentum altaris (L 5,28,2,16-17).

E: El Señor le dice también: “Yo encuentro en este don, infinitamente más delicias (plus delector) que en toda la dulzura que experimentan aquellos que, un día, han puesto su alegría em los abrazos y besos carnales. Porque el placer de los abrazos y besos carnales pasa con el tiempo, pero la dulzura de esta unión (suavitas unionis illius) por la cual yo me dono a ti en el sacramento, no se debilitará ni se enfriará jamás; al contrario: cuanto más frecuentemente se renueva, es más intensa y eficaz” (L 5,28,2,11-18).

 

100. L 5,33.

SF: El contexto de la consagración eucarística sirve analógicamente de escenario para uma “consagración” del Heraldo, por modo de “transubstanciación”.

E: El Señor “extendiendo su mano venerable hacia el libro, lo bendice con el el signo de la cruz, diciendo: ‘Con esta eficacia que me ha hecho obrar la transustanciación del pan y del vino por la salvación de todos, en la misa yo acabo de santificar, por mi bendición celestial, todas las cosas escritas en este libro, a fin de que todos aquellos que, como ya he dicho, quieran leerlo con humildad y devoción, sean verdaderamente salvados (L 5,33,1,11-17).

 

101. L 5,34.

SF: El lugar de la comunión eucarística es el escenario de la aprobación del libro por el Señor: “... la redactora de este libro va a comulgar llevando (el libro) en su manga, escondido bajo su capa, para ofrecerlo al Señor en alabanza eterna, y ocultándose a los ojos del mundo. Así cuando, según el uso, ella se postra de rodillas inclinándose profundamente ante el cuerpo del Señor, otra persona ve al Señor, como poseído por un amor imposible de contener, que dobla su rodilla ante ella con una alegría inmensa, y la abraza con ternura...” (L 5,34,1,1-8).

N: dominici corporis (L 5,34,1,5).

E: El Señor declara que penetrará con la dulzura de su divino amor, el libro que acaba de serle ofrecido, y explica cómo se podrá leerlo con provecho (L 5,34,1,9-24).

 

102. Misa.

SF: Se trata de “una misa cantada em el cielo por el Señor Jesús mismo, para una virgen llamada Gertrudis, cuando vivía aún en su cuerpo”. Misa Gaudete in Domino semper. Se notará particularmente la teatralización del  Kyrie eleison (Missa 2.3.4), el momento de “la elevación de la hostia” (Misa 2.3.4) y el de la comunión sacramental (Missa 13.14.15).

N: sanctissimi corporis et sanguinis (Missa 13,21).

E: Unión mística de Gertrudis con el Señor (Missa 13), sellada en la comunión sacramental (Missa, 13,20-22). Deleite de esta unión para el Señor (delectatione, suavitas, delectari, Missa 14). Esta unión colma de alegría a los santos del cielo (Missa 15).

 

 


[1] Abad de Notre-Dame de Citeaux, Francia, y miembro del Comité para el Doctorado de Santa Gertrudis, en representación de la OCSO.

[2] Traducido de: Olivier Quenardel, ocso, “La communion eucharistique dans ‘Le Héraut de L’Amour Divin’ de sainte Gertrude d’Helfta”, Abbaye de Bellefontaine, Brepols, 1997, Anexo IV, pp. 171-203. Con esta entrega se completan las remisiones al Anexo IV hechas en los artículos del mismo autor publicados en esta página. Tradujo la hna. Ana Laura Forastieri, ocso. Monasterio de la Madre de Cristo, Hinojo, Argentina.