Inicio » Content » SEXTO DOMINGO DE PASCUA. Ciclo "B"
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Cristo y la Iglesia

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Biblia

Valenciennes, Francia

«… Supongan un círculo trazado sobre la tierra, es decir una circunferencia hecha con un compás y un centro. Se llama precisamente centro al centro del círculo. Presten atención a lo que les digo. Imaginen que ese círculo es el mundo, el centro, Dios, y sus radios, las diferentes maneras o formas de vivir los hombres. Cuando los santos deseosos de acercarse a Dios caminan hacia el centro del círculo, a medida que penetran en su interior se van acercando uno al otro al mismo tiempo que a Dios. Cuanto más se aproximan a Dios, más se aproximan los unos a los otros; y cuanto más se aproximan los unos a los otros, más se aproximan a Dios. Y comprenderán que lo mismo sucede en sentido inverso, cuando dando la espalda a Dios nos retiramos hacia lo exterior, es evidente entonces que cuanto más nos alejamos de Dios, más nos alejamos los unos de los otros y cuanto más nos alejamos los unos de los otros más nos alejamos también de Dios.

Tal es la naturaleza de la caridad. Cuando estamos en el exterior y no amamos a Dios, en la misma medida estamos alejados con respecto al prójimo. Pero si amamos a Dios, cuanto más nos aproximemos a Dios por la caridad tanto más estaremos unidos en caridad al prójimo, y cuanto estemos unidos al prójimo tanto lo estaremos a Dios»[1].

 


[1] Doroteo de Gaza, Conferencias, VI,78; trad. en: Doroteo de Gaza. Conferencias, Luján, ECUAM, 1990, pp. 52-53 (Col. Nepsis, 2). Doroteo de Gaza fue discípulo, hacia el 525, de los reclusos Barsanufio y Juan en el monasterio de Seridos, de los cuales recibió un precioso grupo de cartas. Posteriormente pasó a gobernar un monasterio y dejó a sus monjes las Instrucciones, Cartas y Sentencias. Realizó una bella síntesis de los Apotegmas, de los Capadocios, de Crisóstomo, de Marcos el Eremita y de Isaías, es decir, de las tradiciones del monacato palestinense. En los escritos que se conservan intenta mantenerse al margen de las controversias cristológicas. Gozó de gran prestigio en el monacato griego, ruso y árabe.