Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur
Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur
Después de mucho tiempo sin publicar números dobles, les ofrecemos para cerrar el presente año este hermoso “regalo”.
Hemos querido reunir en este ejemplar artículos de una vasta gama de temas, siempre con una melodía fundamental de fondo que es la vida monástica cristiana.
En la primera sección, bajo el título “Vida monástica”, presentamos dos reflexiones y dos testimonios de vida. Las primeras abordan temas de fondo, esenciales para nuestra forma de vida. Los segundos, uno de Occidente y otro de Oriente, nos indican caminos que recorrieron y huellas que nos han legado quienes nos precedieron en la fe y en la vocación monástica.
En la segunda sección, “Liturgia”, ofrecemos dos estudios que nos ayudarán a profundizar la alabanza al Señor que nos ha dado la vida. Abrimos así nuestras contribuciones a diversos sectores eclesiales. Subrayando, por otra parte, esa relación íntima entre liturgia y monacato, que no debería perderse.
También luego de varios números de ausencia nuevamente se hace presente, con un largo artículo, el arte. El estudio de la Prof. Muzj, sin embargo, no está dirigido únicamente a los artistas, o a quienes les interesa el arte cristiano. Se trata de un ensayo que abre interesantes caminos de profundización teológica, que sin duda nos ayudarán a comprender mejor los diversos modos de expresión de nuestra fe.
En la parte dedicada a la “Vida consagrada” reunimos también una reflexión, sobre el siempre actual tema de la castidad, y un testimonio de vida: el de la Hna. Rafaela María.
Se mantiene la habitual sección de “Fuentes”, donde se prosigue la publicación de la versión castellana de las homilías para los monjes de san Cesáreo de Arlés.
Mientras que la sección “Recensiones” ofrece una amplia reseña bibliográfica, que seguramente será de gran ayuda para nuestros lectores, sobre todo por su notable variedad de temas.
Deseamos que este número doble de Cuadernos Monásticos sea una contribución para el IXº Encuentro Monástico Latinoamericano, que se celebrará en Santiago de Chile, del 11 al 18 de noviembre del presente año. Contribución que comienza por hacernos presentes en la realidad monástica actual de nuestro continente, y aspira a poder brindar un servicio cada vez más amplio a todas nuestras Comunidades.
Como esta es la última ocasión, en el presente año, que estoy en contacto con nuestros lectores, aprovecho entonces la oportunidad para desearles una muy feliz Navidad y un buen año nuevo. Gracias por acompañarnos en este camino de seguimiento de Jesucristo.
En épocas difíciles como la actual nuestra vivencia cristiana se debe reforzar y cimentarse sobre la certeza de la presencia del Señor en la historia, y en la alegría de saber que Él es misericordioso con cada una de sus creaturas.
Comentando la adoración de los magos al Niño Jesús, esto es lo que nos dice un autor antiguo:
“... El astro quedó colgado sobre la cabeza del Niño
y con un rayo descendente descubrió la sagrada cabecita reclinada.
Apenas advirtieron esto los Magos, sacan sus obsequios orientales y, postrados,
le ofrecen con votivos homenajes incienso, mirra y oro de rey.
Conoce, ¡oh Niño!, a quien el Padre destinó una triple condición,
los claros distintivos de tu poder y de tu reino.
El oro y el fragante olor del incienso sabeo al rey y al Dios se dirigen,
pero el polvo de la mirra pronostica el sepulcro.
Este es el sepulcro en que Dios, mientras permite que el cadáver se descomponga,
resucita al cuerpo sepultado y rompe la cárcel de la muerte”.
(Aurelio Prudencio [siglo V], Himno de la Epifanía).
Celebramos la presencia, la cercanía, en la encarnación; y su amor, en la muerte y resurrección, que nos han abierto la puerta a una vida nueva.
SITIO DE “CUADERNOS MONÁSTICOS”: www.monasterio.org.ar/cuadmon
“Tenemos que llegar a ser cristianos. ¿No será este el fin del combate del monje, de la monja? Entrar en la vida monástica es, simplemente, querer entrar en la lógica del bautismo, por el cual todo cristiano es asimilado, identificado con Cristo Jesús”.
“En un momento en el cual se corre el riesgo de dispersar las propias fuerzas buscando pequeñas soluciones más o menos reparadoras para responder a los problemas urgentes, quisiera insistir ante todo sobre la importancia del diálogo entre nuestras comunidades monásticas, para buscar juntos la solución más adecuada. Este es el fin que se proponen estas reflexiones, en las cuales trataré de tener presente nuestra situación actual con los diversos problemas que ésta presenta, pero con un ojo vuelto al pasado, a la tradición, que no puede jamás ser olvidada”.
“El 21 de noviembre de 1999 un grupo de siete monjas cistercienses, encabezadas por su abadesa Assumpta Schenkl, hacía su entrada solemne en la iglesia y los edificios restaurados del antiguo monasterio de Sta. María de Helfta y reanudaban el oficio divino interrumpido desde 1546. Mons. Leo Novak, obispo de Magdeburgo, la diócesis en la que se encuentra el antiguo y ahora nuevo cenobio cisterciense, había promovido desde la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989, la recuperación de este místico territorio...”.
“En nuestro mundo dominado por la angustia, en el que los medios se limitan a mostrar catástrofes y horrores, Gregorio nos invita a ver también lo que nos rodea (el cosmos y nuestros hermanos) como un mundo en vías de Transfiguración”.
«El “Te Deum” es aproximadamente contemporáneo de los grandes formularios fijados durante los siglos de oro de la liturgia, los siglos IV y V, como el “Credo” Niceno-Constantinopolitano, las plegarias eucarísticas -el Canon Romano- y sus prefacios. Se manifiesta en la concisión del lenguaje y la plenitud de la inteligencia espiritual de los elementos fundamentales de la fe, que caracterizan ese elevado período en la vida de la Tradición de la Iglesia».
“¿Qué es la colecta? Una simple frase, sin duda, pero donde todas las palabras cuentan, con su verso preciso, su combinación medida, su sonoridad estudiada, para formar un discurso denso en su brevedad; o en verdad, una preciosa joya literaria, sabiamente cincelada; más aún, un aprendizaje pedagógico para los fieles de la oración cristiana de petición, que la oyen domingo tras domingo y sobre la cual pueden meditar durante la semana; un modelo, lejano pero siempre actual, de una oración de humilde respeto y de confianza de parte de una comunidad de discípulos de Jesús a su Dios y Padre, que es también el Padre de ellos”.
“Por lo que se refiere a la persona del Padre, en el Occidente cristiano, nos encontramos de frente a una situación crítica: por una parte, la referencia -bajo cualquier forma: simbólica o realista- a la persona del Padre prácticamente ha desaparecido de los edificios eclesiales modernos; por otra, la conocida imagen realista-antropomórfica del Padre representado como un Anciano de barba blanca, hoy día es percibida como un rostro estereotipado. Una situación completamente diversa caracteriza al Oriente cristiano. Para tratar entonces de comprender el origen de la crisis en Occidente hay que volver a recorrer el camino histórico de las representaciones de Dios, examinando los momentos salientes”.
“Si este título puede hacer reaccionar al lector, no es para confrontarlo con una posición teológica insoportable, sino más bien para llevarlo a preguntarse sobre la definición corriente de castidad. En efecto, cuando la definición de la castidad es reducida a una ausencia de práctica sexual, un cierto número de problemas se plantean tanto desde el punto de vista teológico como antropológico, para los religiosos como también para los laicos”.
“El 23 de enero de 1977, día de su Canonización, Pablo VI presentaba a santa Rafaela María (del Sagrado Corazón, Rafaela Porras y Ayllón) justamente como invitándonos a hacer la prueba de pasar por el camino que ella pasó. Vengan, parece decirnos con su voz dulce y persuasiva; vengan, prueben, se pasa por estos senderos: primero, la adoración silenciosa; luego el revelarse el Señor en la Eucaristía a los pequeños; al final, la invitación a ir a servir a los hermanos necesitados”.
“Los Sermones a los monjes son los más ricos en cuanto a la doctrina monástica que encierran. Se han conservado seis que llevan, en la colección de sus sermones, los números 233-238, a la que se agrega una homilía dirigida a los monjes. Fueron escritos entre los años 502-512”.
