Inicio » Cuadmon » Cuadernos Monásticos Nº 6

Editorial

Dedicamos este número de los Cuadernos Monásticos al tema de la “Separación del Mundo”. Una expresión que provoca hoy una actitud de reserva y, a veces, de resistencia. Sin embargo, la separación de la vida de sociedad está tan ligada al origen mismo del monaquismo, que terminó por ser casi su definición: “Monje” quiere decir “solo” o “Solitario”.

Las confusiones y resistencias respecto a esta realidad vienen en gran parte de que una gran mayoría de la Jerarquía de la Iglesia se fue embebiendo en los últimos siglos de una espiritualidad monástica, que no le correspondía y que le hizo perder de vista un tanto su carácter propio y su función específica. La Iglesia como tal vive en el mundo y para el mundo, cuya civilización y cultura debe penetrar del espíritu del Evangelio. Pero ello no quita la relativa separación del mundo, propio del monje, para quienes un carisma especial ha llamado a esa vida.

No tenemos que caer en el error de querer reducir el ideal monástico a un ideal personal, que se orienta en otro sentido.

Lo auténtico y leal es buscar su realización en un instituto religioso apropiado.

Esto no quiere decir que esté claro el alcance y el sentido que deba tener hoy la separación del mundo. Pero no llegaremos a saberlo sino, como nos lo dice el Vaticano II, volviendo al estudio de las fuentes y de los orígenes de la propia orden. Esta búsqueda se impone a cada uno de nosotros, si somos leales con nosotros mismos y con las exigencias del último Concilio ecuménico.

La separación del mundo no es algo negativo, no es un mero vacío de mundo o de sociedad. Cuando así se la considera, pierde todo sentido y pierde también la fuerza de ideal.

La separación del mundo se define por la búsqueda directa y con mayor intensidad del Dios vivo y personal, del Padre de Cristo por el Espíritu. A Dios se lo encuentra en el prójimo; pero no sólo en él. Y será difícil encontrarlo en él si primero no lo hemos encontrado personalmente, en diálogo directo, en la oración. Cuando hagas oración, entra en tu habitación y ora al Padre en lo secreto, retirado de la sociedad.

P. Antonio Ghiotto, osb

Director

 

SUMARIO

Editorial

Reflexiones sobre la soledad

Artículo

Importancia del “Contemptus mundi” en el antiguo monacato

Artículo

San Basilio: “Carta a su amigo Gregorio”

Fuente

Congreso de Abades de 1967

Crónica

Un Monasterio Benedictino en Mallorca, noticia

Crónica

La Congregación Benedictina Brasileña

Crónica

Santa María de Usme, noticia

Crónica

Mensaje de un grupo de monjes contemplativos

Crónica

Pablo Saenz, “Diálogo del Silencio”

Libro