Oficina del Abad
Abadía de Subiaco
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18 de Agosto de 2013
Postulación
Monasterio Trapense
01030 – Vitorchiano (VT)
Italia
Ref.: Santa Gertrudis la Grande como Doctora de la Iglesia
Escribo para apoyar el esfuerzo de las Órdenes Benedictina (OSB) y Cisterciense (OCSO) para lograr que santa Gertrudis la Grande sea declarada Doctora de la Iglesia.
El signo distintivo de un Doctor/a de la Iglesia no es solamente la efectiva y ortodoxa proclamación del Evangelio en una vida de santidad dentro de su propio tiempo, sino la continua influencia en la Iglesia de esa vida y enseñanza, y su contribución al desarrollo permanente de la doctrina católica.
En su tiempo santa Gertrudis fue una de las voces que ayudaron a la Iglesia a emerger de la Edad Oscura, a causa de su profunda comprensión de la tradición católica y de la aguda conciencia de la obra de Dios en las almas, a través de su experiencia mística.
Fue una maestra en los comienzos de la teología del Sagrado Corazón de Jesús. Su teología y espiritualidad no fueron solo académicas sino infundidas con una calidez, que se convertirían en un tema de gran alcance en los maestros espirituales del siglo siguiente. Esto le dio confianza para expresar su fe en Jesús en términos de su humanidad, un énfasis perdido en los siglos posteriores, hasta que fue recientemente recuperado. En esto, ella descubrió un camino de infancia espiritual basado en los Evangelios, el cual recibiría una nueva
expresión siglos después en la enseñanza de santa Teresa de Lisieux. En cada una de ellas, su fuerte conciencia misionera, a través de su oración oculta, dio un empuje a la misión de la Iglesia en todo el mundo.
Su vivencia plenamente católica de la vida espiritual en la vida litúrgica de la Iglesia con su ciclo de variados tiempos, temas y fiestas, se expresó con nuevo énfasis en el movimiento litúrgico del siglo XX, que culminó con la enseñanza del Concilio Vaticano II.
Santa Gertrudis ya ha hablado a la Iglesia de nuestro tiempo, a través de su influencia, a menudo oculta, en los movimientos teológicos y el magisterio posterior. Como Doctora de la Iglesia, por la nueva atención que se centra en ella, sería capaz de ayudarnos aún más hoy, siglos después de su vida en esta tierra.
Sinceramente en Cristo,
Abad Jerome Kodell, OSB