Cardenal Bernard Panafieu
Arzobispo emérito de Marsella
Su Santidad Papa Francisco
Santo Padre,
Me asocio con gusto a todos aquellos y aquellas que, a pedido de las Órdenes Cistercienses y de la Orden Benedictina, aspiran a que santa Gertrudis llegue a ser Doctora de la Iglesia.
De hecho, ella parece reunir el carácter universal que la hace conocida en todos los continentes. Su doctrina es perfectamente ortodoxa y su antropología se funda en la Palabra de Dios. Su práctica de las virtudes cristianas corresponde a lo que se espera de la espiritualidad evangélica. El hecho de que sea una mujer es un elemento importante en un tiempo en el que la mujer busca su lugar en la Iglesia y su espiritualidad. Muy sensible a la expresión litúrgica fundada en la celebración de la liturgia, su vida está centrada en la persona de Cristo, Verbo de Vida, en su dimensión esponsal, y en la Iglesia como comunidad de Salvación, en todos sus miembros.
Todas estas razones justifican el título de “Doctora de la Iglesia” y darían un ejemplo más de la mística europea y de las raíces cristianas de Europa.
Es de desear que su profundidad espiritual cobre nuevo aliento, especialmente en Europa, y que el reconocimiento del Doctorado la haga conocer y apreciar mejor.
Todas estas razones motivan la elección de santa Gertrudis como “doctora de la Iglesia” y teóloga de la Iglesia católica, y como modelo de santidad. He aquí porqué me asocio a la solicitud de los Padres Abades.
Venasque, 8 de agosto de 2013
+ Cardenal Bernard Panafieu
Arzobispo emérito de Marsella
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