Inicio » Content » CARTA POSTULATORIA DEL CARD. MILOSLAV VLK, ARZOBISPO EMÉRITO DE PRAGA (REPÚBLICA CHECA)

Santo Padre[1],

Me permito dirigirme a Ud. deseando expresar mi apoyo a la iniciativa de las Órdenes Cistercienses y la Benedictina, que le piden que haga declarar a santa Gertrudis la Grande de Helfta, Doctora de la Iglesia.

Considero esta iniciativa muy importante precisamente hoy, en nuestro mundo secularizado, que desea ver, tocar y tener ante los ojos signos concretos que lo inspiren a la profundización de la fe. Santa Gertrudis es inspiradora de muchas maneras. Benedicto XVI ha dicho de ella: “La vida de santa Gertrudis continúa siendo una escuela de vida cristiana, de camino recto y amistad con Jesús, el Señor. Y esta amistad se aprende en el amor a la Sagrada Escritura, en el amor a la liturgia, en la fe profunda”.

Ella une su espiritualidad con la vida de la Iglesia. Precisamente en estos momentos es necesario profundizar en el año de la fe, en el aniversario del Concilio Vaticano II. Gertrudis es una de las místicas más famosas, única mujer de Alemania que fue llamada “Grande”, por su estatura cultural y evangélica: con su vida y su pensamiento ha incidido de modo singular en la espiritualidad cristiana. Es la única alemana presente en el antiguo Misal Romano y es venerada en todo el mundo. Es patrona de las Indias Occidentales. Su iconografía está muy difundida sobre todo en España y en América Latina. Por eso considero muy oportuno presentar a esta gran santa hoy como ejemplo. Declararla Doctora de la Iglesia sería también, en mi opinión, un signo de estima por la feminidad en la Iglesia.

Junto a las otras grandes santas, Doctoras de la Iglesia de las otras Órdenes religiosas, es muy apropiado poner también a una alemana cisterciense.

Santo Padre, quisiera enviarle en esta ocasión, muchos saludos de profunda estima y le aseguro mis oraciones,

 

Miloslav Cardenal VLK

Arzobispo emérito de Praga

 

Praga, junio de 2013



[1] Traducción de la Hna. Ana Laura Forastieri, ocso, Monasterio de la Madre de Cristo, Hinojo, Argentina.