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A Su Santidad
Benedicto XVI
Presente
Santiago de Chile, 14 de febrero de 2013
Santo Padre,
En nombre de la Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur (SURCO) que represento, me dirijo a Usted para solicitar la proclamación de Santa Gertrudis Magna como Doctora de la Iglesia Universal. Nuestra Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur, reúne a todos los monasterios de monjes y monjas que viven según la tradición benedictino – cisterciense y que están canónicamente erigidos dentro de los territorios de las Repúblicas hermanas de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. El fin de nuestra Conferencia es fomentar las relaciones mutuas, coordinar las actividades comunes y promover una colaboración eficaz, especialmente en cuanto a la formación y a la difusión de la espiritualidad monástica.
La devoción a Santa Gertrudis está presente en la primera evangelización de América, desde el siglo XVI, habiendo sido propagada a través de las Ordenes misioneras (franciscanos, mercedarios, dominicos y jesuitas), que se hicieron eco del auge que estaba teniendo contemporáneamente en España. En Brasil, entró de pleno derecho con las primeras fundaciones benedictinas de finales del siglo XVI. Fue también declarada Patrona de las Indias Occidentales. En el ámbito Rioplatense, el culto a Santa Gertrudis fue introducido en Buenos Aires por el Monasterio de San Benito de Buenos Aires (fundado en 1915 por la Abadía de Silos), en el marco de la propagación del movimiento litúrgico en la Argentina que esta Abadía ejerció, según la línea de su casa fundadora.
Uno de los frutos de la obra apostólica y litúrgica de la Abadía de San Benito, fue la fundación, en 1941, del primer monasterio benedictino femenino en la Argentina, la Abadía de Santa Escolástica. A partir de esta Abadía y en forma simultánea con la transmisión del ideal monástico, la devoción a Santa Gertrudis se irradió a todos los monasterios benedictinos femeninos descendientes de ella, y permanece vigente en el conjunto de las casas de Surco, en cuanto que nuestra vida está centrada en el culto divino en el monasterio, según la Regla de San Benito y al ritmo del año litúrgico.
La Regla de san Benito y el ámbito de la vida monástica proporcionan la base fundamental de la espiritualidad de santa Gertrudis. Todo en su vida gira en torno a la Palabra de Dios, meditada en la lectio divina y celebrada en la Liturgia. Teología y espiritualidad constituyen para ella una única inteligencia de la fe unida a la experiencia del amor. La originalidad de su teología reside en su propia comprensión y vivencia de la fe en medio de la comunidad monástica. Nos ofrece en concreto una teología del amor divino, o bien, una teología afectiva del abandono total a la acción de Dios en el alma. Su enseñanza se funda principalmente en la gran liturgia de la Iglesia, hecha experiencia de vida. Guía y acompaña a los fieles en el año litúrgico, haciendo accesible a todos, la fuerza trasformativa del Oficio Divino y de los sacramentos.
Por estas razones, históricas y doctrinales, nos es muy grato unirnos al deseo que otros ya han manifestado en la Iglesia para que Santa Gertrudis Magna sea declarada Doctora de la Iglesia Universal.
Asegurándole nuestra continua oración y pidiendo su bendición para todas nuestras comunidades, lo saluda con filial afecto y gratitud por su amoroso y humilde servicio a nuestra Iglesia.
En el Señor,
+Benito Rodríguez, OSB
Abad de la Santísima Trinidad de Las Condes - Chile
Presidente de SURCO
