El Abad de la Abadía de Heiligenkreuz
y Gran Canciller de la Facultad Filosófico- Teológica Benedicto XVI
Heiligenkreuz[1]
A 2532 Heiligenkreuz, NÖ
Stif Heiligenkreuz, Abteistsecretariat – A 2532 Heiligenkreuz, NÖ
Su Santidad
Papa Francisco
I – 00120 Ciudad Del Vaticano
Heiligenkreuz, 27 de Mayo de 2013
Santo Padre
Le envío afectuosos saludos desde Heiligenkreuz, cerca de Viena. Le agradezco haber podido encontrarme personalmente con Usted en ocasión de la audiencia general del 22 de mayo 2013; hoy me acerco a Usted con una petición especial como Gran Canciller de la Facultad de Filosofía y Teología Benedicto XVI de Heiligenkreuz: se trata del deseo y, a la vez, la petición de que santa Gertrudis de Helfta, una santa de la Orden Cisterciense y al mismo tiempo patrona de América Latina, sea declarada Doctora de la Iglesia.
Gertrudis la Grande (1256-1302) ya desde pequeña fue puesta al cuidado del monasterio de Helfta. Fue educada allí por santa Mecthidis de Hackeborn. Era una persona muy talentosa y culta, cosa que queda de manifiesto en sus estudios humanistas (artes liberales) y en sus escritos posteriores. Fue a raíz de una visión del divino Salvador (27.01.1281) que empezó a recorrer un intenso camino espiritual, que transformó su hasta entonces negligente vida monástica en una extraordinaria unión mística con el Señor. De este modo quedó de manifestó en su vida el amor de Dios, quien tomando a su cargo los pecados y las debilidades de Gertrudis, por su gran misericordia transformó su fragilidad, haciendo nacer en ella la santidad. Santa Gertrudis no nació santa, atestiguando, gracias a su conversión continua, el crecimiento en el amor de Dios.
Escritos
Los escritos de Gertrudis fueron redactados en latín. Se han conservado dos de sus obras, el “Heraldo del amor divino” (Legatus divinae pietatis) y los “Ejercicios espirituales” (Exercitia spiritalia). Encontramos aquí una “Summa” del saber religioso y teológico de su tiempo, redactada con arte y poesía, que llevan al lector a una más profunda unión de su alma con Dios.
Sabedora de que algunos de sus escritos provocarían escándalo, puntualiza Gertrudis la Grande que las imágenes humanas nunca pueden dar testimonio del obrar de Dios en el alma.
Mística esponsalicia
La unio mystica que le tocó en suerte a santa Gertrudis, al igual que a santa Teresa de Ávila, le permitió vivir en continua conciencia de la presencia inmediata de Dios.
Para santa Gertrudis la santísima Eucaristía es el centro de la liturgia de la Iglesia y el de su personal vida de piedad. Su profundísima fe en la presencia real del Santísimo en el Sacramento del Altar se pone de manifiesto en diversas visiones que le fueron concedidas. La recepción cotidiana de la santa comunión constituía para ella el momento culminante de cada día.
Veneración del Sagrado Corazón
La influencia de san Bernardo de Clairvaux hizo que su vida y sus escritos estuvieran plasmados por imágenes esponsalicias, similares a las del Cantar de los Cantares, dando además, abundante espacio a la veneración del Sagrado Corazón de Jesús, de modo que en su época, ella contribuyó grandemente a la difusión de esta devoción.
Santa Gertrudis de Helfta fue agraciada tanto con dones naturales como sobrenaturales. Persuadía con su profunda humildad y el ardiente celo por la salvación del prójimo. Contribuyó al desarrollo, durante el siglo XIII, del trabajo conjunto de la universidad, el monasterio y el magisterio. El obrar de Dios en la monja cisterciense Gertrudis la Grande contribuyó, en los siglos sucesivos, a una más profunda conciencia de la veneración de la Santísima Eucaristía como también del Sagrado Corazón de Jesús.
Creemos, por tanto, que santa Gertrudis, gracias a su testimonio benedictino-cisterciense, puede contribuir también hoy a la nueva evangelización de Europa y a la veneración del Sagrado Corazón de Jesús. Su piedad eucarística le dio la fuerza para poner su vida al servicio de Dios y de la humanidad.
Con el ruego de que me imparta su bendición apostólica, quedo de Usted, con respeto y afecto,
Dr. Maximilian Heim
Abad O. Cist. Abadía de Heiligenkreuz
Gran Canciller de la Facultad filosófico- teológica Benedicto XVI
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Abad Dr. Maximilian Heim
Zisterziensernabeit Stift Heiligenkreuz
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[1] Traducción del P. Max Alexander, osb. Monasterio Santa María de Los Toldos, Argentina.