Hijas de María Santísima del Huerto
Provincia de Porto Alegre – Brasil
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Porto Alegre, 20 de agosto de 2014
¡Querido Papa Francisco!
En varios contactos con las hermanas benedictinas del Monasterio de la Santísima Trinidad de Santa Cruz do Sul – RS Brasil, tuve ocasión de conocer la vida y obras de santa Gertrudis de Helfta.
Informada del deseo de que Gertrudis sea proclamada doctora de la Iglesia, leí su vida, los Ejercicios Espirituales y otras obras. Pude valorizar su contribución al crecimiento de la vida monástica y consecuentemente, de la Iglesia.
Su proceso de conversión fue provocado por la inquietud, tristeza y vacío existencial. Esta es la realidad de muchas personas. El deseo de Dios es algo inherente al ser humano; para darle espacio se necesita percepción y sensibilidad, condiciones concedidas al ser humano por el mismo Dios. Jesús mismo se presenta a Gertrudis como “su confidente”, y ella lo reconoce y pasa a relacionarse con Él como amigo. A partir de ese momento su vida tomó un nuevo rumbo.
Por sus dotes intelectuales y su gran sensibilidad ella contribuyó con adecuados caminos de fe y de conversión válidos también para nuestros días. “Quiso Dios, en su bondad y sabiduría, revelarse a sí mismo y darnos a conocer el misterio de su Voluntad, por el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo hecho carne, y en el Espíritu Santo, tienen acceso al Padre y se hacen partícipes de la naturaleza divina. Mediante esta revelación, por tanto, “el Dios invisible, movido por su gran amor, habla a los hombres como amigos y conversa con ellos para invitarlos y recibirlos a la comunión consigo” (confr. DV 2).
La profundización de la Palabra de Dios, a partir de la cual fundamentaba sus conocimientos, su deseo y esfuerzo por conocer a Cristo y hacerse cada vez más semejante a El, confirman lo que la Iglesia viene haciendo y enseñando también hoy: “Ignorar la Escritura es ignorar a Cristo. Recuerden también que la lectura de la Sagrada Escritura debe ir acompañada por la oración a fin de que se establezca el coloquio entre Dios y el hombre; pues a Él hablamos cuando rezamos; a Él oímos cuando leemos los divinos oráculos” (cfr. DV 25)
Por la lectura de su vida y obras compruebo que su estilo de vida, en términos de santidad, ciencia, vivencia de los valores evangélicos, cooperó para el crecimiento humano y cristiano de las personas de su tiempo, con la presencia y la palabra, y, en nuestros días, por la herencia dejada por sus escritos. Por ello me siento motivada a colaborar con la postulación de Gertrudis como doctora de la Iglesia.
Papa Francisco, aprovecho la oportunidad para manifestarle mi cariño, estima y amor. Le deseo mucha valentía en la guía de la Iglesia. Lo acompaño, junto con mi Provincia, con la oración insistente. Le pido una bendición para el instituto de las Hijas de María Santísima del Huerto y en especial por mí, en la conducción de la Provincia de Porto Alegre/RS – Brasil.
¡Bendición y un cariñoso abrazo!
Ir. Teresinha Canuto
Superiora Provincial