Curia Diocesana de Barretos
Barretos, 13 de diciembre de 2012[1]
Santo Padre, ¡Paz!
Me uno a mis co-hermanos de la Orden Cisterciense en la postulación de santa Gertrudis de Helfta como doctora de la Iglesia.
Su Santidad ha dicho muchas veces que la fe no es producto de las ideas o de sistemas definidos lógicamente, sino del encuentro con una persona, la persona de Jesucristo. Creo que no es necesario afirmar aquí la ortodoxia de santa Gertrudis, pues está ya canonizada. Por otro lado, su experiencia mística es fruto de ese encuentro con la persona de Jesucristo. En su autobiografía, “Legatus divinae pietatis”, ella expone su camino de conversión en la vida monástica como un encuentro y conocimiento de Jesucristo.
Gertrudis, que puede ser considerada como una autora de la segunda generación cisterciense, inspirada por la primera generación, de la cual forma parte el doctor de la Iglesia san Bernardo de Claraval, contempla en la humanidad de Jesús, la misericordia y el amor de Dios de forma palpable a los hombres. Un Dios que no solo habla al corazón, sino que toca el corazón. El hombre de nuestro tiempo, tecnificado, desacralizado, indiferente a Dios, para ser evangelizado necesita de una predicación que le hable al corazón, que redimensione su existencia y después, sepa dar la razón de su fe.
Después del último Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización y transmisión de la fe, la enseñanza de esta santa me parece inspiradora, en el sentido de proponer a la Iglesia la necesidad de un encuentro transformador y personal con Jesucristo. Para Gertrudis no bastó haber “respirado” el aire del monasterio desde los cinco años de edad, para ser santa. Ella, en la fuerza de la Gracia, seguramente, sintió la necesidad de hacer un camino de conversión en la vida cristiana, sirviéndose del instrumento de la tradición cisterciense. Sus dotes intelectuales le permitieron manifestar en sus escritos una “cierta metodología” en este itinerario de fe y conversión.
Santo Padre, juntamente con esta postulación aprovecho la oportunidad para desearle una Santa Navidad y un nuevo año 2013, Año de la Fe, pleno de realizaciones en la voluntad de Dios. Pido una bendición especial para mi diócesis de Barretos que en este año 2013 celebra su 40 aniversario de existencia.
Pidiendo su bendición,
+ Edmilson Amador Caetano, O. Cist.
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