Inicio » Content » CARTA POSTULATORIA DE LA SECCIÓN DE FILOSOFÍA MEDIEVAL DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS DE BUENOS AIRES Y EL CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS E. PUCCIARELLI

Academia Nacional de

Ciencias de Buenos Aires

Centro de Estudios Filosóficos

Eugenio Pucciarelli

 

Buenos Aires, 22 de abril de 2014

Santo Padre Francisco,

El Director del Centro de Estudios Filosóficos Eugenio Pucciarelli y el Director de la Sección de Filosofía Medieval de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires tienen el honor de dirigirse a Ud. para expresarle nuestra adhesión a la causa del Doctorado de la Iglesia para santa Gertrudis de Helfta.

Motiva nuestro pedido: 1º) Descubrir en los textos de los místicos que han osado escribir sobre su encuentro con lo divino aquella unidad originaria del hombre-Dios presente en la historia. Esta historicidad que ha movido a gran parte del pensamiento medieval empieza a verse como una fuente donde puede abrevar el pensador actual; 2º) la necesidad de encontrar para el pensamiento y la vida, formas originales de nupcialidad donde la figura del varón y la mujer se muestren plenas, como lo expone la santa al narrar su experiencia de Dios. 3º) La forma de un pensamiento arraigado en un Libro Sagrado que se cree revelado y al que el pensamiento humano debe dar respuesta, ejemplifica una novedad cuya tarea inicial es la escucha. 4º) Descubrir en la Edad Media los textos anteriores al siglo XIII que, obnubilados por él han perdido la vitalidad de la experiencia y las reflexiones que acompañan a la vida. Estos textos no distinguían entre filosofía y teología como disciplinas diferentes, porque la tarea del pensar era fundamentalmente ocuparse de lo vivido, alabando y agradeciendo lo recibido. 5º) En la crisis de las instituciones que vive el mundo contemporáneo empezar a reconstruir la familia es la obra cercana y urgente para reelaborar las organizaciones sociales en una perspectiva más humana. 6º) En la violencia de género que acontece en la sociedad actual el modo en que los textos de Gertrudis superan esa divergencia originaria ofrece un remanso que puede dar sus frutos, al ofrecer aires nuevos a una injusticia sin aparente salida. 7º) Haber dedicado nuestra santa su vida a Dios es, finalmente, motivo suficiente y necesario para adherir a su Doctorado. Desde esa vinculación o unidad raigal ha recibido una inédita sabiduría que nos

 

ha legado por escrito, para comprender que solo una revelación personal, como dice Anselmo en el Proslogion, puede hacernos esposos, hijos y uno, con quien ha iniciado en la historia, nuestra salvación.

Basten estos puntos, entre otros, para justificar un pedido que hacemos como investigadores del CONICET dedicados desde hace muchos años a reconstruir el diálogo entre la Fenomenología y el medioevo que es el ámbito adonde han vuelto su mirada algunos fenomenólogos. En esa búsqueda entendemos el invalorable aporte que hacen los místicos al pensamiento. M. Echkart con la figura paterna, tiene, desde mediados del siglo pasado gran influencia, pero aún no ha influido sobre el pensar la mística nupcial, que, sin embargo, comienza a entreverse, unido a la figura del enviado, como la que puede aportar elementos nuevos a la tarea del pensamiento. Reflexiones que, siguiendo al modo medieval, no buscan tanto dar respuesta a la cuestión del ser o elaborar el orden del mundo, sino, mirando hacia la inmanencia, comenzar a ver qué es la intimidad digna de alabanza en la vida que nos urge. Como dice Marion sobre las Confesiones de san Agustín, sus textos no tienen otra unidad que alabar lo que ha vivido y experimentado por obra y gracia de su Salvador.

Esperando que estas razones sirvan para nombrar a santa Gertrudis Doctora de la Iglesia, aprovechamos la presente para saludar al Santo Padre con nuestra mayor consideración.

 

Dr. Ricardo O. Díez                                                      Dr. Roberto J. Walton

Director de la Sección                                                  Director del Centro de Estudios

Filosofia Medieval                                                        Filosóficos Eugenio Pucciarelli