Inicio » Content » DIFUSIÓN DE LA OBRA DE SANTA GERTRUDIS (4)

Anónimo, escudo pectoral de monja con tema de la Inmaculada Concepción y la creación del alma de la Virgen por la Santísima Trinidad. Entre los muchos santos que rodean a la Virgen, a su izquierda se ve a santa Gertrudis, con gesto de ofrecerle su corazón. Convento de San Bernardo de México, óleo sobre lámina de cobre, armazón de carey, 19,7 cms. de diámetro. Fines del siglo XVIII, colección particular, Ciudad de México, catalogación: Juan Carlos Cancino.

 

por Pierre DOYÈRE, OSB †[1]

3. Las ediciones latinas

1.- El texto latino de las Revelaciones[2] fue impreso por primera vez con el título: Insinuationum divinae pietatis libri quinque totius Christianae perfectionis summam complectentes ab opt. quibusque desiderati jamdiu et commendati atque tandem post ducentos quinquaginta annos (quibus ferme lauterunt) nunc primum in lucem editi. - Coloniae ex officina Mechioris Novesiani – Anno M.D.XXX.VI[3] – in 8.

La edición se debe a la Cartuja de Colonia. El epígrafe dedicatorio está firmado por el Vicario de la Cartuja, Dom Theodoricus Loher, que parece atribuirse el mérito de la edición, mencionando, de todos modos, que el prefacio (Epistola ad lectores apologetica) es de su cohermano, noster Lanspergius vir praeter humanam eruditionem qua praestat unctione etiam interna insigniter illustratus[4]. El final de este prefacio parece dar a entender que el nombrado Lanspergius -es decir Johann Gerecht, originario de Landserg en Baviera- no es extraño a la edición. Los editores no han tenido a su disposición más que un solo manuscrito incompleto (al parecer, hoy perdido). A este le faltaba el Prólogo y el Libro I y los editores los aportaron por traducción de una antigua versión en alemán antiguo.

 

Portada de la editio principeps: del Legatus Divinae Pietatis : Se lee “Insinuationum divinae pietatis libri quinque... nunc primum in lucem editi... Colonia, anno MDXXXVI”: Los cinco libros de las insinuaciones de la Divina Piedad... ahora editados por primera vez... Colonia, año 1536.

Descargar copia digitalizada de las Insinuationum divinae pietatis 1536 (edición Lanspergius):

https://drive.google.com/file/d/0B5lRz5caIsCkMWdKZlRmQjMtZHc/view?usp=sharing

 

Sea lo que sea de la parte respectiva de Lanspergius y de Loher[5], el nombre de Lanspergius es el que prevaleció para designar esta edición, y esto ocurrió desde la edición inmediatamente siguiente, de Bredenbach, 1579, en la misma Colonia (cfr. infra).

Esta editio principeps[6] de 1536 se ha vuelto muy rara. Dom Paquelin en 1875 no conocía más que dos ejemplares: uno en a Abadía de Beuron y el otro en la Biblioteca Real de Munich; se deben agregar otros tres: la de la Biblioteca Nacional de París[7]; en la facultad de los Jesuitas de Héverlé-Louvain y en la Abadía benedictina de las monjas de Notre-Dame de Wisques[8].

Las ediciones latinas siguientes de los siglos XVI y XVII (y alguna publicada en el siglo XVIII), no hacen más que reproducir con algunas correcciones la edición de Lanspergius y no utilizan ningún manuscrito latino.

 

2.- Insinuationum divinae pietatis lib. V, tandem post annos propemodum trecentos (quibus ferme latuerunt) diligenter recogniti et denuo in lucem editi opera D. Tilmann Bredenbachii S. Th. Doct . Eccl. D. Gereonis Colon. Canonici.

Coloniae apud Ludovicum Alectorium et haeredes Jacobi Soteris, anno M.D. LXXIX[9]– in.12.

La edición Lanspergius parece no encontrarse ya, incluso en Colonia. Es sobre un ejemplar encontrado finalmente en Hamberes, que Tilman Bredenbach, canónigo de san Gereón de Colonia, emprende esta reedición. Él introduce al margen breves glosas, procedimiento que será seguido por la mayor parte de los editores siguientes. Para la corrección del texto hace algunas opciones personales a veces discutibles[10], recurriendo sin duda a un manuscrito alemán proveniente de la Abadía de las monjas de Santa Cecilia de Colonia.

Señala un “vetustus codex in quodam monasterio prope Stiriam[11]; este es solamente una crónica, de la cual él ha retenido una breve noticia sobre santa Matilde y santa Gertrudis, que hace mención de la destrucción del monasterio en 1342 durante las guerras entre Brunswick y Mansfeld.

Continuará

 


[1] Dom Pierre Doyère, OSB, monje de San Pablo de Wisques, fue el impulsor de la revisión y fijación del texto latino de las obras completas de santa Gertrudis y su principal traductor al francés. Murió el 18 de marzo de 1966, durante la preparación de la edición crítica de los libros I a III del Legatus Divinae Pietatis; dos discípulos suyos continuaron la tarea y la obra fue publicada en 1968 por Sources chrétiennes (Gertrude D’Helfta, Œuvres Spirituelles II, L’Héraut [Livres I-II] SCh N° 139 y Œuvres Spirituelles III, L’Héraut [Livre III] SCh N° 143 – Paris, Les Éditions du Cerf, 1968). La fijación del texto de los libros IV y V del Legatus es obra de Jean-Marie Clément, monje benedictino de Steenbrugge, y la traducción al francés, de las monjas de Wisques.

[2] Continuamos con publicación de la Introducción de Pierre Doyère, a la edición crítica latín-francés del Heraldo del Amor Divino. Cfr. Gertrude D’Helfta, Œuvres Spirituelles II, L’Héraut (Livres I-II,) Sources Chrétiennes N° 139 – Paris, Les Éditions du Cerf, 1968, «Introduction», pp. 9-91. Tradujo la Hna. Ana Laura Forastieri, ocso, del Monasterio de la Madre de Cristo, Hinojo, Argentina.

[3] N. de T.: Los cinco libros de las insinuaciones de la divina piedad, que comprenden toda la suma de la perfección cristiana a disposición de quienes lo desean desde hace tiempo, y que (han sido) recomendados y por fin, después de más de doscientos cincuenta años (en los que quedaron escondidos) ahora por primera vez editados a la luz – En la Oficina de Colonia de Melchor Novesiani, año 1536.

[4] N. de T.: Nuestro Lanspergius, varón que, además de la humana erudición de que da prueba, también está notablemente ilustrado por la unción interior.

[5] D. Paquelin (Praefatio, p. III) supone que la edición habría sido preparada por Lanspergius, pero que, a su muerte, Loher se habría encargado de la publicación. El solo hecho de que Lanspergius muriera efectivamente en 1539 (tres años después de la edición) debilita la hipótesis.

[6] N. de T.: edición primera: nombre convencional en crítica literaria para designar la primera edición de una obra, en tiempo y en ejemplaridad; incluye también el sentido de: edición rectora o principal.

[7] Este ejemplar (D. 35910) proveniente de la Sorbona, cuya tapa lleva el sello de la segunda mitad del siglo XVIII, fue depositado, sin duda, en la Biblioteca Nacional de París durante la Revolución Francesa. No sorprende sin embargo que dom Paquelin, en 1875, no haya podido descubrir su existencia, puesto que el catálogo general de los libros impresos no comenzó a aparecer sino a partir de 1897.

[8] N. de T.: Esa es la situación al año 1968, fecha de la publicación del estudio que estamos traduciendo. Actualmente se conocen otros ejemplares de la edición Lanspergius. Por ejemplo el texto digitalizado por Google, está escaneado de un ejemplar existente en la Biblioteca Estatal de Bayer (Bayer Staatsbibliothek).

[9] N. de T.: Los cinco libros de las insinuaciones de la divina piedad, por fin, después de cerca de trescientos años (en que permanecieron ocultos), diligentemente reconocidos y de nuevo editados a la luz por obra de Dom Tilmann de Bredenbach, doctor eclesiástico en sagrada teología y canónigo de la casa de (san) Gereón de Colonia. (Editado por) Ludovico Alectorio y los herederos de Jacobo Soteris, junto a Colonia, en el año 1579.

[10] Una de las más desafortunadas de estas opciones, ha sido señalada por Dom Paquelin en su argumentación contra el error que hacía de Gertrudis una abadesa (cfr. Paquelin, Préface p. XVIII y Libro V p. 499). La frase de Lanspergius era la siguiente: “unde et orantibus illis pro ea saepius per istam Gertrudem in spiritu dedit…”, que aquí, a excepción de dos palabras agregadas: illis y Gertrudem, reproduce el texto original de los manuscritos. Pero Bredenbach corrigió orantibus illis por orationibus illius. N. de T.: El texto de Lanspergius dice: “de donde también a aquellos que oraban por ella, frecuentemente por esta Gertrudis, dio en el espíritu…”. Las palabras añadidas por Lanspergius son: “a aquellos” y “por Gertrudis”. Lo corregido por Bredenbach resulta en cambio: “por las oraciones de ellos por ella... etc”. El marco de este texto es la agonía y muerte de la abadesa Gertrudis, en la cual está presente la monja homónima, Gertrudis. En tal contexto, ea se refiere a la abadesa enferma, mientras que istam se refiere a la monja mística. Así, el texto de Lanspergius viene a decir: “de donde también a aquellos que oraban por ella (la abadesa enferma), frecuentemente por esta (monja) Gertrudis dio en espíritu…”. Mientras que, con los cambios introducidos por Bredenbach, resulta en cambio: “por las oraciones de ellos por ella, frecuentemente por esta (Gertrudis) dio en el espíritu...”. La diferencia consiste en que en el primer caso, oran a favor de la enferma, y en el segundo, oran por medio de la enferma, lo cual hace de esta Gertrudis enferma una intercesora celestial que recibe revelaciones divinas. De ahí que la enmienda de Bredenbach contribuyera a la identificación de la abadesa enferma Gertrudis, con la monja santa Gertrudis.

[11] N. de T.: Un antiguo manuscrito en cierto monasterio cerca de Estiria (Austria).