Jesús lava los pies a sus discípulos
Siglo X
Iglesia de San Pedro. Fresco bizantino
Otranto, Italia
“Santiago y Juan habían pretendido el primer puesto, habían reclamado sentarse a la derecha y a la izquierda de Jesús en el Reino... En esa ocasión Jesús enseñó a sus discípulos cómo llegar a ser grande a los ojos de Dios, e incluso ser el primero...
Los jefes de las naciones dominan sobre ellas, les dijo. Los jefes de la Iglesia, al contrario, están al servicio de la Iglesia...
Los que tienen autoridad en la Iglesia no deben imitar a los jefes de las naciones, ni rivalizar con los pode rosos ni los reyes, sino que en todo deben tomar como modelo a Cristo. Él era accesible a todos absolutamente, hablaba con las mujeres, bendecía a los niños. Y si se puede hallar un sentido todavía más profundo al gesto de Jesús llenando una vasija y lavando los pies de sus discípulos, escuchemos, sin embargo, lo que él mismo dice: Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy, y todo lo que sigue (Jn 13,13). Les hace comprender que tienen que imitar su admirable humildad. Y, sin duda, porque él, siendo el Señor, se ha hecho servidor de nuestra raza para la salvación del género humano, nos dice el Apóstol que tomó la condición de siervo y que se humilló, obediente hasta la muerte (cf. Flp 2,7.8). He aquí por qué Dios lo exaltó. Si alguno, pues, desea también ser exaltado a su vez, que acomode sus acciones a las que le merecieron al Señor tal gloria”[1].
[1] Orígenes, Comentario a San Mateo, XVI,8; PG XIII, 1389-92, 1396-98 (trad. en: Lecturas cristianas para nuestro tiempo, Madrid, Ed. Apostolado de la Prensa, 1973, L 203). Orígenes nació hacia el 185. A los 18 años se hizo cargo, a pedido de su obispo, de la escuela catequética de Alejandría. En torno al 216, se instaló en Cesarea de Palestina, donde el obispo del lugar lo invitó a fundar una nueva escuela de catequesis. Orígenes la dirigió por más de 20 años. Durante la persecución contra la Iglesia fue torturado para que negara su fe. No lo hizo y murió a causa de los tormentos sufridos, entre 253-257. Es con toda probabilidad el genio mayor de la antigüedad cristiana, al menos entre los escritores de lengua griega. Su producción literaria es muy abundante.