“Está por llegar la fiesta de las fiestas. Si hubiera alguien que la llamara la fiesta principal de todas las fiestas, no se equivocaría. ¿Qué fiesta es ésta? La del nacimiento carnal de Cristo. Éste es el día origen y fundamento de las fiestas de la Teofanía, de la sagrada Pascua, de la Ascensión y de Pentecostés. Si Cristo no hubiera nacido en la carne, tampoco se habría bautizado, que es la fiesta de la Teofanía; tampoco hubiese, sido crucificado, que es la fiesta de Pascua; ni tampoco habría enviado el Espíritu Santo, que es la fiesta de Pentecostés. Por consiguiente, lo mismo que varios ríos surgen de una misma fuente, así también nacen para nosotros estas fiestas” (san Juan Crisóstomo [+407])[1].