Oh amor,
vida que das vida
en el vivificante Verbo de Dios que eres,
vivifícame;
y todo lo que en mi amor de Dios está destruido,
apágalo, restáuralo.
Oh Dios amor, que me has creado,
vuélveme a crear en tu amor.
Oh amor, que me has redimido,
todo lo que he perdido de tu amor por mi negligencia,
súplelo y restáuralo en mí.
Oh Dios amor, que en la sangre de tu Cristo me has adquirido para ti,
santifícame en la verdad.
Oh Dios amor, que me has adoptado como hija,
edúcame según tu corazón, edúcame.
Oh Dios amor, que me has elegido exclusivamente para ti,
has que me una completamente a ti.
Oh Dios amor, que me has querido gratuitamente,
concédeme quererte con todo mi corazón,
con toda mi alma y con todas mis fuerzas
Oh Dios amor, infinitamente poderoso,
consolídame en tu amor.
Oh amor infinitamente sabio
concédeme amarte con sabiduría.
Oh amor infinitamente dulce,
concédeme gustarte suavemente.
Oh amor infinitamente querido
concédeme vivir solo para ti.
Oh amor infinitamente fiel,
consuélame y ampárame en toda tribulación.
Oh amor infinitamente compasivo,
realiza en mí todas mis obras.
Oh amor infinitamente victorioso
concédeme perseverar en ti hasta el final.
Oh amor infinitamente tierno,
que nunca me has abandonado,
a ti encomiendo mi espíritu...
Que te digan Amén todas las energías,
los sentidos y los movimientos
de mi cuerpo y de mi alma.
Santa Gertrudis de Helfta
(Ejercicio V)