Primera parte (conclusión)
Filactelia
Es característico también que de su corazón salga una filactelia o pendón de tela, con una inscripción en latín que dice: “Me encontrarán en el corazón de Gertrudis”.
A la izquierda: óleo del taller de Claudio Coello (1642-1693). Monasterio de la Encarnación, monjas benedictinas de Madrid.
Esta frase está tomada del “Heraldo del Amor Divino”, donde se narra una revelación del Señor a una persona que le preguntaba qué era lo que Él amaba en Gertrudis. Entre otras cosas Él le respondió: “En ningún lugar de la tierra encontrarás que permanezco con tanto afecto como en el Sacramento del Altar, como en el corazón y el alma de esta mi amada (Gertrudis), hacia la que he inclinado de manera conmovedora todo el gozo de mi divino corazón” (Legatus I 3,3)
Anillos
Otro atributo característico es la presencia de uno o más anillos en sus manos, símbolo de sus desposorios con Cristo. Este signo alude a una visión en la que Cristo le entregó a Gertrudis siete anillos para sellar las promesas y privilegios divinos que le concedía (L. II 20,14 y 15). El anillo significa el desposorio místico y las promesas de Dios al alma selladas con un pacto solemne. El número de siete se asocia con los dones del Espíritu Santo.
A la derecha: Anónimo siglo XVII, escuela española Monasterio Cisterciense de San Quirce y Santa Julita (Valladolid).
Libro, pluma, nube, rayo
Otros atributos iconográficos menos frecuentes son:
- El libro, que hace alusión al “Mensajero de la Misericordia divina”, obra que recopila sus revelaciones.
- La paloma o el rayo de luz venido del cielo, símbolos ambos del Espíritu Santo, para indicar la inspiración divina de sus escritos.
- La pluma, que representa a Santa Gertrudis como escritora y por lo tanto la señala como maestra espiritual.
Estos signos se presentan en conjunto, formando una escena que muestra a la santa escribiendo bajo la inspiración divina. Este es el tipo de representación iconográfica de los teólogos y padres de la Iglesia, quienes, sentados en su escritorio, sostienen una pluma frente a un libro abierto, extasiados con la inspiración divina. El conjunto de estos signos por lo tanto, simboliza el carisma doctoral o magisterial de santa Gertrudis.
Convento de las Comendadoras de Santiago, Madrid. Foto: Cistercium.
Lucas Valdés. (aprox. 1677) - Detalle del retablo del coro bajo del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla. Foto: Cistercium
La palma, la corona de rosas (o el jarrón de azucenas en las pinturas novohispanas) representan la pureza, virginidad o castidad de nuestra mística. En las visiones de santa Gertrudis, los lirios y azucen aparecen frecuentemente como símbolo de la pureza virginal de María. Por lo tanto, incorporados a la iconografía de santa Gertrudis simbolizan también su relación con el misterio de la Virgen María, muy característica de su espiritualidad.
Oleo del pintor mejicano Miguel Cabrera. Realizado para la Catedral de México en 1763. Hoy en el Museo de Arte de Dallas (USA).
Anónimo, escuela española siglo XVII. Monasterio Cisterciense de Ntra. Sra. de las Cañas (La Rioja). Foto Cistercium
Ana Laura Forastieri, ocso. Monasterio de la Madre de Cristo