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Santa Gertrudis, talla de madera policromada, capilla doméstica del convento jesuítico de Tepotzotlán - Museo Nacional del Virreinato, Tepotzolán, México.

 

 

Por Olivier Quenardel, ocso[1]

58. L 4,23,2[2].

SF: Domingo de Ramos, durante la misa, al momento de la comunión.

E: Gertrudis ofrece su corazón al Señor “con un profundo amor”. “Este corazón parece dilatarse de algún modo, a las dimensiones de la caridad, un poco como la ciudad de Jerusalén se abría sin reservas para recibir al Señor”. El Señor hace su entrada (en ella) y al hacerlo desaparece todo polvo de negligencia y fragilidad humana”.

 

59. L 4,24.

SF: Miércoles de la semana santa, “cuando se entonaba la misa in nomine Domini”. Después, durante la lectura de la pasión.

E: Pide la misericordia del Señor para ella misma y para otros.

 

60. L 4,25.

SF: Jueves Santo. Una primera vez: «En el evangelio “Antes de la fiesta”», cuando se leía: “se puso a lavar los pies de sus discípulos” (L 4,25,3); después, “a punto de comulgar” (L 4,25,4). Y otra vez: “durante la Misa, antes de la comunión de la comunidad, durante las oraciones en voz baja” (L 4,25,8).

N: tui sacratissimi corporis et sanguinis mysterium (L 4,25,3,7); hostiam, in qua latet corpus Christi sacramentaliter (L 4,25,8,22).

P: La primera vez: Gertrudis pide “ser lavada de toda mancha de pecado” para acercarse dignamente a la comunión sacramental. Al momento de la comunión, ella aspira a encender el corazón de Cristo, “con tantas llamas cuantos hombres hay en la Iglesia universal” (L 4,25,4,7-9).

E: La segunda vez, al momento de la comunión conventual, ella se compadece profundamente de la debilidad del Hijo de Dios, en la cual se expresa “la fuerza invencible de un amor más dulce que toda dulzura. Es esta fuerza que la transporta en éxtasis (in excessu mentis factus est L 4,25,8,16), “en la espera y el deseo, llenos de delicias, de unirse por la comunión a las almas que le habían sido tan queridas” (L 4,25,8,16-18). “Otro día, ella comprende también que, cada vez que un hombre contempla con deseo y devoción la hostia, donde se esconde sacramentalmente el cuerpo de Cristo, aumenta sus méritos para el cielo, puesto que, cuando más tarde vea a Dios en la eternidad, gustará de delicias particulares por todas las veces que, aquí en la tierra, haya contemplado el cuerpo de Cristo con deseo y devoción, o solamente incluso deseado verlo, no pudiendo de hecho llegar a Él” (L 4,25,8,20,27).

 

61. L 4,26.

SF: El Santo día de la preparación “... ella iba a comulgar y pedía al Señor que la preparara dignamente…” (L 4,26,9,1-2).

N: in sacramento corporis mei (L 4,26,9,8).

P: deseo de prepararse dignamente a la comunión.

E: Gertrudis desea que muchos puedan beneficiarse de las gracias que ella recibe de Dios.

 

62. L 4,28.

SF: Lunes de Pascua, al momento de comulgar.

N: dignissimum sacramentum (L 4,28,1,1-2).

E: Gertrudis ruega al Señor que se digne “suplir por este santísimo sacramento todo aquello en lo que ella pudo haber faltado en la observancia religiosa”. El Hijo de Dios ruega por ella y ofrece a Dios Padre la perfección de su vida intachable. “Dios no guardará memoria para el castigo de los pecados debidamente borrados por la penitencia. Sin embargo, cada una de las marcas de nuestros pecados aparecerá siempre en nosotros, para la alabanza y la gloria de dulcísima misericordia”.

 

63. L 4,29.

SF: “El martes de Pascua, en que ella también debía comulgar...”.

N: sacramentum vivificum (L 4,29,1,2).

E: unión mística y renovación del matrimonio espiritual.

 

64. L 4,30.

SF: Miércoles de pascua. “Ella desea que el Señor, por la virtud de su cuerpo, le haga producir dignos frutos de buenas obras”.

N: per effectum corporis sui (L 4,30,1,2).

E: «El Señor le responde: “Sin ninguna duda yo te haré dar fruto en mí mismo y gracias a ti atraeré a muchos hacia mí”» (L 4,30,1,3-4).

 

65. L 4,32.

SF: “En la octava del domingo de resurrección, mientras se leía en el evangelio que el Señor dio a sus discípulos el Espíritu Santo soplando sobre ellos...”.

E: El Señor sopla sobre ella y le da el Espíritu Santo.

 

66. L 4,34.

SF: “En la fiesta de san Juan ante portam latinam... durante la misa, cuando ella meditaba con gratitud los textos que refieren los dones particulares que recibe el santo...” (L 4,34,3).

E: “Ella obtiene... una luz particular a cada versículo de la secuencia” (L 4,34,3).

 

671. L 4,35,5.

SF: El domingo que precede a la Ascensión, “durante la misa en la que ella debía comulgar...”.

E: “... ella le expone a Dios todas las faltas de su alma, como se haría con un amigo capaz de ayudarnos... Y le pide que Él le obtenga del Padre, en el día de su ascensión llena de delicias, el remedio de todas sus miserias y de todas sus faltas”. El Señor, vencido por su belleza, comparable a la de Esther, le declara: «“Pídeme lo que quieras y te será concedido”. Ella se pone entonces a orar por aquellos que le estaban encomendados y también por todos los que le habían hecho algún beneficio».

 

672. L 4,35,8.

SF: “El martes (siguiente), durante la misa...”.

E: Ella presenta al Señor las faltas e imperfecciones de todos los justos, rogándole se digne consumarlos en santidad...”. El Señor los bendice “con el signo de su cruz victoriosa”.

 

673. L 4,35,9.

SF: “El miércoles (siguiente)... a la elevación de la hostia...”.

E: “... ella suplica de nuevo al Señor... por las almas de todos los fieles difuntos, a fin de que se digne también aliviarlas de sus penas por la alegría de su gozosa Ascensión... Y comprende que, cuando se eleva una oración global, en la caridad, a favor de las almas (de los difuntos), son liberadas en gran número aquellas que, durante su vida mortal, se ejercitaron particularmente a sí mismas en las obras de caridad”.

 

68. L 4,36.

SF: Ascensión. Comunión sacramental.

N: per vivificum altaris sacramentum (L 4,36,1,8-9); per sacramentum corporis et sanguinis sui (L 4,36,2,6).

E: El Señor le declara: “...la alegría más gozosa de mi ascensión se renueva cuando vengo a ti en el sacramento del altar para darte la vida” (L 4,36,1,7-9). Ella comprende que “cuando el Señor viene al alma en el sacramento de su cuerpo y de su sangre, atrae hacia Él su deseo y su buena intención... y ofrece a Dios Padre la imagen de esta alma grabada en sí mismo...” (L 4,36,2,5...10). Aparece el tema de los ornamentos, símbolo de las oraciones ofrecidas al Hijo de Dios (L 4,36,2). A la hora de nona, al momento de la ascensión del Señor a la gloria del cielo, “El abraza afectuosamente con su brazo derecho a cada una de las hermanas que habían comulgado ese día y les imprime en la boca un tierno beso, con estas palabras: ‘He aquí que yo estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos” (L 4,36,3).

 

69. L 4,37.

SF: “El domingo que precede (a Pentecostés), al momento de comulgar...”.

E: “... ella pide ser dignamente preparada por el Señor a recibir el Espíritu Santo, en especial gracias a estas cuatro virtudes: la pureza de corazón, la humildad, la paz y la concordia”. Se le conceden grandes gracias.

 

70. L 4,38.

SF: Pentecostés. “Cuando iba a comulgar...”.

N: vivificum sacramentum (L 4,38,6,14).

E: Gracia mística que ella “tiene conciencia de haber obtenido... al pedir con insistencia los dones del Espíritu Santo”. El corazón de Cristo: morada del Espíritu (L 4,38,6).

 

71. L 4,39.

SF: El lunes de Pentecostés, en tres momentos: durante la elevación de la hostia, durante el canto del Agnus Dei y durante la comunión.

N: per dignitatem sacramenti (L 4,39,1,9).

E: Interesa ver (en detalle) lo que Gertrudis vive al momento de la elevación, en la dinámica de una preparación a la comunión: la imagen de los ramos que aparecen a la elevación, que reverdecen y florecen en la comunión. Interesa notar la costumbre transmitida a Gertrudis de cantar cada invocación del Agnus Dei por: 1) la Iglesia entera; 2) los difuntos; y 3) el aumento de “la recompensa” de los santos.

 

72. L 4,40.

SF: Martes de Pentecostés. Comunión sacramental.

N: hóstia dominici corporis (L 4,40,1,1); per eamdem hostiam sacrosanctam (L 4,40,1,16-17).

E: Gertrudis “ofrece la hostia, cuerpo del Señor, para suplir su negligencia... Por medio de esta misma hostia santísima, (el Espíritu Santo) realiza, de manera sumamente estrecha, una unión indisoluble con esta alma bienaventurada, en una felicidad perfecta”.

 

73. L 4,42.

SF: “El día de San Juan Bautista... en la misa, durante la comunión conventual...”.

N: corpus dominicum (L 4,42,2,5).

E: “El bienaventurado Juan Bautista se le aparece... admirablemente adornado con vestimentas rosas. Estas vestimentas estaban adornadas de tantos pequeños corderitos de oro, cuantas personas había en la Iglesia entera, para recibir el cuerpo del Señor en honor de su fiesta” (L 4,42,2,2-5).

 

74. L 4,43.

SF: “La fiesta de san León caía un domingo... cuando ella se presentaba a la comunión...”.

N: divina (= los santos misterios”, L 4,43,2,7).

E: asistencia de san León.

 

75. L 4,44.

SF: En la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo, “durante la misa..., cuando ella se acercaba a recibir el cuerpo de Cristo...”.

N: corporis Christi (L 4,44,2,9); sacramentum altaris (L 4,44,3,13).

P: El recuerdo de su indignidad la hacía temblar”. Ella ve a san Pedro y san Pablo “avanzar el uno a su derecha y el otro a su izquierda, como para conducirla con gran honor” (L 4,44,2,10-12).

E: la “virtud de la comunión” de Gertrudis aumenta los “méritos” de los santos apóstoles. “Todos los santos participan de la felicidad del alma que recibe con devoción (devotione) el sacramento del altar” (L 4,44,3,6... 14).

 

76. L 4,47.

SF: En la fiesta del apóstol Santiago el Mayor, “ella se propone reemplazar la peregrinación en su honor por la recepción, ese mismo día, del sacramento del Señor”.

N: dominicum sacramentum (l 4,47,2,3-4); corpus Christi (L 4,47,2,7); vivificum sacramentum corpus Christi (L 4,47,2,12-13); hoc praenobile sacramentum (L 4,47,2,12).

E: Ella ofrece al Señor el cuerpo de Cristo que acababa de recibir, “en alabanza eterna y por el aumento de la beatitud y de la gloria del apóstol... En retribución, Santiago, pide devotamente al Señor para esta alma, todos los efectos de salvación que, por sus méritos, al Señor mismo habría podido y se habría dignado obrar en  persona alguna” (L 4,47,2,7...16).

 

771. L 4,48,4-5.

SF: Vigilia de la Asunción. Durante la misa Vultum tuum: primero, durante la recitación de la colecta Deus, qui virginalem aulam; luego, a la elevación de la hostia.

N: salutaris hositae (L 4,48,5,12).

P: durante la recitación de la colecta: “Los santos ángeles presentan ante (la Virgen María) a todas las personas que se habían preparado devotamente (devote) para esta fiesta, con prácticas de devoción u oraciones particulares” (L 4,48,4,11-14).

E: “A la elevación de la hostia de nuestra salvación, ella ve al Señor Jesús en toda la beatitud de su divinidad y de su humanidad, darse Él mismo bajo las especies sacramentales de la hostia, a todos aquellos que, devotamente (devote) tomaban parte en la misa en honor de su dulcísima Madre...” (L 4,48,5,12-16).

 

772. L 4,48,20.21.

SF: El día de la Asunción. Comunión sacramental.

N: hostiam salutarem (L 4,48,21,7-8); vivifici sacramenti (L 4,48,20.5).

P: Durante la triple recitación del salmo Laudate Dominum, omnes gentes, Gertrudis, según la costumbre, pide a todos los santos, a la Virgen María y al Señor Jesús “que ofrezcan por ella a Dios, los méritos de sus virtudes, a fin de que así, dignamente preparada, pueda presentarse a recibir el sacramento de la vida” (L 4,48,20,1...7). María adorna a Gertrudis con los méritos de su pureza, de su humildad y de su amor sin precio.

E: “El Señor de la majestad se complace (en Gertrudis) más allá de lo que es posible expresar. Todos los ángeles y los santos vienen también, para expresarle sus respetos” (L 4,48,20,34-37). María asiste a cada monja que comulga. Gertrudis “después de haber comulgado... ofrece al Señor este sacramento, en alabanza eterna, para el aumento de la gloria, de la alegría y de la beatitud de la bienaventurada María, como en retribución por el don que ella le había hecho de sus méritos, para enriquecer su indigencia” (L 4,48,21,8-12).

 

78. L 4,49.

SF: En la fiesta de san Bernardo, “cuando ella asistía devotamente a la misa que se cantaba en su honor” (L 4,49,4,1-2).

E: “... ella ruega especialmente por aquellos que se le habían encomendado y también por algunos otros particularmente devotos de san Bernardo...”. Irradiación de la gloria de san Bernardo sobre todos aquellos que anhelaban  obtener por sus méritos y su intercesión, un ferviente amor de Dios (L 4,49,4).

 

79. L 4,50.

SF: En la fiesta de san Agustín, “durante la misa, mientras que, con toda la devoción (devotione) de que era capaz, ponía su atención en Dios y en lo que se cantaba…” (L 4,50,9,1-2).

E: “…cuando se entonaba la secuencia, ella fue de nuevo arrebatada en espíritu y transportada ante el trono de la divina majestad”. Delicias espirituales en la alabanza celestial.

 

(Continuará)

 



[1] Abad de Notre-Dame de Citeaux, Francia y miembro del Comité para el Doctorado de Santa Gertrudis, en representación de la OCSO.

[2] Traducido de: Olivier Quenardel, ocso, “La communion eucharistique dans ‘Le Héraut de L’Amour Divin’ de sainte Gertrude d’Helfta”, Abbaye de Bellefontaine, Brepols, 1997, Anexo IV, pp. 171-203. Con ello se completan las remisiones al Anexo IV hechas en los artículos del mismo autor publicados en esta página.Tradujo la hna. Ana Laura Forastieri, ocso. Monasterio de la Madre de Cristo, Hinojo, Argentina.