Santa Gertrudis, anónimo novohispano, siglo XIX, retablo al óleo, Museo de Arte El Paso, México.
Bernard Sawicki, OSB[1]
3.3. El aspecto kenótico en el Diario de Santa Faustina Kowalska
La premura por la salvación de los pecadores[2] es la dimensión más evidente del aspecto kenótico presente en el Diario de santa Faustina. Si ella comparte con Jesús el amor y el dolor, lo hace sobre todo preocupada por aquellos que no quieren sumergirse en la misericordia de Dios. Santa Faustina siente también temor a la ira de Dios, a la hora de su muerte[3]. Como modo de aplacar la ira de Dios se le indica la coronilla de la misericordia, que hace que «la inescrutable misericordia envuelva el alma y se conmuevan las entrañas de mi misericordia, por la dolorosa pasión de mi Hijo»[4]. Para santa Faustina, la misericordia brota de las entrañas de Dios. Vemos que aquí se usa la misma imagen que utilizaba santa Gertrudis, pero en Santa Faustina se vincula con el pedido de protección[5]. Jesús compromete a santa Faustina a participar en su misión, pero con deberes muy concretos y prestaciones incondicionales. Por ejemplo, Él le dice: «Si descuidas pintar esa imagen y toda la obra de la misericordia, el día de juicio responderás por un gran número de almas»[6]. Este pedido parece demasiado severo y pesado. Seguramente crea un temor que pesa, pero al mismo tiempo, incluye concretamente a Faustina en la obra del amor misericordioso de Dios. La misma tonalidad de una cierta insistencia tienen también otras palabras que Jesús dirige a santa Faustina: «Exijo de ti actos de misericordia, que deben derivar del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todo lugar hacia el prójimo»[7]. Esta exigencia y este deber muestran más bien la determinación de Jesús por la salvación de todos y, en consecuencia, por la difusión de su misericordia.
Santa Faustina se siente implicada en esta responsabilidad realmente grande, que no se expresa explícitamente del mismo modo en los escritos de santa Gertrudis. Ella escribe: «Que Su misericordia alcance a mi prójimo a través de mi corazón y mi alma»[8]. Dios condiciona su propia alegría a esta misión de santa Faustina de proclamar su misericordia[9]. Ella siente la inmensidad de esta tarea: se siente privilegiada, salvada y maravillada. Escribe: «Oh Jesús, el abismo de tu misericordia se ha derramado en mi alma, que es el abismo mismo de la miseria»[10]. Como santa Gertrudis, Faustina es también invitada a penetrar los secretos del abismo de la misericordia[11]. Su misión tiene una clara dimensión eclesiástica: pide ayuda a los sacerdotes, pero, al mismo tiempo les sugiere el modo de hablar de la misericordia: «Oh sacerdotes, ayudadme en esto, usad las expresiones más fuertes sobre Su misericordia, ya que todo es demasiado blando para indicar cuán misericordioso es [Dios]»[12]. Pero también ella misma recibe directamente esta misión: debe hablar a las almas de la misericordia «mientras dure el tiempo de la piedad»[13]. Es una misión continua, muy concreta y urgente. Santa Faustina confiesa, casi en una exaltación: «No hay un solo momento en mi vida en el que no toque con la mano, oh Dios, tu misericordia»[14]. La dimensión kenótica de su relación con Jesús es un compromiso incondicional, total y radical con la misión de la misericordia, donde no cuentan tanto las experiencias y sentimientos de la santa sino la situación del mundo.
4. Conclusión
Mirando todo el discurso traído hasta aquí, las ideas principales que de él emergen se podrían resumir en los siguientes puntos:
1. La relación entre los tres temas centrales de las tres obras aquí discutidas compone una trayectoria muy significativa. Partiendo del corazón, es decir del centro de los sentimientos, pero también de la espiritualidad humana, llegamos al amor, donde no importa tanto el propio camino personal, sino la relación íntima con Jesús. El tema de la misericordia lleva todo lo creado definitivamente a Dios, que cumple tanto nuestro camino personal, como todo amor. Hacemos entonces el camino del hombre –del hombre/Dios- a Dios, que podría ser también descrito como sigue: antropología, relacionalidad, soteriología. Este camino muestra también las diferencias de acento entre las tres teologías que se han desarrollado a lo largo de los siglos, sobre los temas de los que hablamos.
2. Gradación de la retórica y diversidad en el lenguaje:
a) reducción de la intensidad metafórica;
b) aumento de persuasión y de inmediatez en la llamada: la Filocalia describe y suscita empatía; el Mensajero invita, encanta y capta; el Diario llama, grita e insiste casi directamente.
3. El único tema común es el mensaje kenótico: compromiso/sacrificio; el curso de la atención y de la lucha contra el pecado, a través de flechas, heridas, esfuerzo, rechazo, violencia y sacrificio. Son muy significativos los contextos de este mensaje contenidos en cada perfil:
a) En la Filocalia aparece casi como tema central -no dominante pero presente de modo claro, aunque discreto- y está relacionado con el arduo trabajo personal de vigilancia de sí mismo, pero, sobre todo, de lucha contra el pecado y el diablo. La implicación kenótica está también muy presente en el esfuerzo continuo de la búsqueda fiel de Dios, de la cual resulta el ardor y también la perspectiva final de dulzura;
b) En el Mensajero de la Ternura Divina el motivo kenótico está presentado simbólicamente como herida de amor (imagen a la cual se puede atribuir el sentido cristológico y pascual, explícitamente ausente en la Filocalia). Santa Gertrudis, presentando también el modo de obrar del amor, usa otras imágenes de carácter kenótico: las flechas mandadas por Dios, la muerte, las pruebas que se deben afrontar con paciencia y, al final, la humildad y el llanto. En este caso, la persona de Jesucristo es explícitamente invocada y el camino humano está directamente entretejido, y también identificado, con el de Jesús (por ejemplo, en la imagen del intercambio de corazones); mientras que, en el caso de la Filocalia se hablaba sobre todo de la memoria interna de Jesús, expresada generalmente en la oración de Jesús. Se debe también agregar que cuando santa Gertrudis habla del ardor, le da también un carácter kenótico, usando imágenes de llamas, del fuego transformante, absorbente y quemante.
c) En el Diario de santa Faustina Kowlaska, el motivo kenótico está presente, si bien de modo implícito, en la desproporción infinita entre la misericordia divina y la miseria humana, que debe ser, no solo soportada con la humildad, sino también transformada, para llegar a la misericordia. El aspecto apofático de la misericordia, su tensión con la ira y la justicia de dios, la violencia y el sacrificio, inscritos tanto en la misión salvífica de Dios, como en el esfuerzo de santa Faustina, diseñan el impresionante campo kenótico de su mensaje, irrevocablemente orientado soteriológicamente.
4. Los tres temas sobre los cuales nos hemos concentrado: el corazón, el amor y la misericordia, configuran también el desarrollo de una dinámica kenótica, que va desde la vigilancia de sí mismo a la identificación con los sufrimientos de Jesús, hasta la participación activa y desafiante en la difusión de su amor en el mundo. Sobre este aspecto, todas las tradiciones aquí analizadas son complementarias, y una conduce a la otra. Se puede reflexionar sobre sus diferencias solo cuando estas sean bien conocidas. Hoy el Diario de santa Faustina es mucho más popular que el Mensajero, y ni qué decir de la Filocalia. Las razones de ello son seguramente varias: culturales, sociales e históricas. Sin embargo, no hay dura de que, también a partir del conocimiento de santa Faustina, se puede avanzar en la profundización de su mensaje, extendiéndolo a la experiencia íntima, profunda, de la presencia divina en el propio corazón. En nuestros tiempos, tan amenazados por la rapidez y la superficialidad, toda oportunidad de integración y de profundización debe ser siempre acogida.
Para descargar en PDF:
Bernard Sawicki, OSB: Santa Gertrudis, entre la tradición de la Filocalia y el mensaje de santa Faustina Kowalska.
https://drive.google.com/file/d/1zyzPVkn9EVWCghZqhSd1zY0cDDKKkiry/view?usp=sharing
[1] Monje de la Abadía Benedictina de Tyniec (Cracovia) en Polonia, licenciado en teoría de la música y piano; doctor en teología. Entre los años 2005-2003 fue abad de Tyniec. De 2014 a 2018 fue coordinador del Instituto Monástico de la Facultad de Teología del Pontificio Ateneo San Anselmo en Roma.
[2] Continuamos publicando aquí la traducción íntegra de las actas del Congreso: «SANTA GERTRUDE LA GRANDE, “DE GRAMMATICA FACTA THEOLOGA”. Atti del Convegno organizzato da Istituto Monastico della Facoltà di Teologia Pontificio Ateneo Sant’Anselmo, Roma, 13-15 aprile 2018. A cura di Bernard Sawicki, O.S.B., Ruberval Monteiro, O.S.B., ROMA 2019», Studia Anselmiana 178, Pontificio Ateneo S. Anselmo, Roma 2019. Agradecemos el permiso de Studia Anselmiana. Tradujo la hna. Ana Laura Forastieri, OCSO. Cfr. el programa del Congreso en: http://surco.org/content/congreso-santa-gertrudis-grande-grammatica-facta-theologa
[3] «Oh sangre y agua que brotas del Corazón de Jesús como fuente de insondable misericordia por mí, oh Jesús agonizante, prenda de misericordia, mitiga la ira de Dios a la hora de mi muerte» (Diario 201).
[4] Diario 201.
[5] «La misericordia che brota de tus entrañas nos proteja de tu justa ira» (Diario 244).
[6] Diario 51.
[7] Diario 186.
[8] Diario 54.
[9] «Cada vez que quieras procurarme una alegría, habla al munido de mi gran e inconmensurable misericordia» (Diario 55).
[10] Diario 105.
[11] «Penetra en mis secretos y conocerás el abismo de mi misericordia hacia las creaturas» (Diario 119).
[12] Diario 130.
[13] Diario 164.
[14] Diario 178.