La Transfiguración de Jesucristo
Siglo XII
Monasterio de Santa Catalina
Sinaí, Egipto
«¿Tú también quieres ver a Jesús en la transfiguración que tiene lugar únicamente ante quienes escalan solos y retirados con Él, la alta montaña? Entonces, medita esto con atención: es verdad que el Jesús de los evangelios es conocido por todos aquellos que son incapaces de trepar la alta montaña, de escalarla con su acciones o con sus pensamientos, pero es entonces conocido de modo general, “según la carne”, podríamos decir. Por el contrario, todos aquellos que escalan la montaña, no conocen a Jesús “según la carne”: los evangelios le muestran entonces como objeto de teología, le proponen para ser contemplado “en su forma de Dios”...
Además, no es solamente la persona de Jesús la que se transfigura ante los discípulos que condujo aparte con Él a la alta montaña, ni su transfiguración consistió exclusivamente en que su cara se volviese brillante como el sol; sus vestiduras también se volvieron resplandecientes como la luz. Ahora bien, las vestiduras de Jesús son las Escrituras y la letra de los evangelios de que está revestido. También los escritos de los apóstoles, donde exponen la verdad acerca de Jesús, son vestiduras de Jesús que, para quienes han escalado la montaña con Él, están dotadas de una blancura deslumbradora... Así, por tanto, si en tu caminar te encuentras con un hombre que sea capaz, no sólo de hacer teología sobre Jesús, sino también de esclarecer todos los textos evangélicos, no dudes en decirte: un hombre tal ve que las vestiduras de Jesús resplandecen como la luz»[1].
[1] Orígenes, Comentario sobre san Mateo, XII,37-38; PG 13,1067-1070 (trad. en: Lecturas cristianas para nuestro tiempo, Madrid, Ed. Apostolado de la Prensa, 1971, K 22). Orígenes nació hacia el 185. A los 18 años se hizo cargo, a pedido de su obispo, de la escuela catequética de Alejandría. Hacia el 216, se instaló en Cesarea de Palestina, donde el obispo del lugar lo invitó a fundar una nueva escuela de catequesis. Orígenes la dirigió por más de 20 años. Durante la persecución contra la Iglesia fue torturado para que negara su fe. No lo hizo y murió a causa de los tormentos sufridos, entre 253-257. Es con toda probabilidad el genio mayor de la antigüedad cristiana, al menos entre los escritores de lengua griega. Su producción literaria es abundante.