Inicio » Content » TEXTOS PARA LA VIDA MONÁSTICA CRISTIANA (58)

3. Reglas monásticas latinas anteriores a la Regla de san Benito

IX. La Regla del Maestro (continuación)

Capítulo 51: Pregunta de los discípulos: Comienza la regla de la Cuaresma. Sobre las oraciones de Cuaresma durante el día. El Señor responde por el maestro:

1Entre maitines y prima, todos han de dedicarse a la oración simple[1]. 2Entre prima y tercia, deben hacer lo mismo; entre tercia y sexta, lo mismo; entre sexta y nona lo mismo; entre nona y vísperas lo mismo; 3entre vísperas y completas hay que hacer lo mismo en todos los días de la Cuaresma.

 

Capítulo 52: Pregunta de los discípulos: Sobre las oraciones sin salmos durante la noche. El Señor responde por el maestro:

1Es necesario que después del primer sueño[2] todos se levanten y oren delante de sus camas, el abad concluya y vuelvan todos a acostarse. 2También después de los nocturnos vuelvan a acostarse; (y) de nuevo cuando el gallo cante todos se levantarán y orarán ante sus lechos, el abad concluya y todos vuelvan a acostarse. 3De donde es necesario que los gallos centinelas[3] estén muy despiertos en las noches y días de cuaresma, y muy solícitos durante el día, para que adviertan a los hermanos que han llegado las horas de oración. 4Por lo cual todos deben dormir en la misma habitación, para que todos en común puedan cumplir esas oración ante sus camas y todos oigan la conclusión del abad. 5De nuevo han de levantarse y celebrar maitines, porque todavía los maitines, antes de Pascua, se dicen separados de los nocturnos[4]. 6De nuevo, entre maitines y prima, se hará similarmente una oración simple.

 

 


[1] Pura oratio: es la que no está precedida por un salmo, a diferencia de las de los oficios.

[2] Primum concubitum.

[3] Vigigallos; cf. RM 31,7-9. 12.

[4] Maitines de invierno separados de los nocturnos: cf. RM 33,9; 44,12-19.