3. Reglas monásticas latinas anteriores a la Regla de san Benito
IX. La Regla del Maestro (continuación)
Capítulo 56: Pregunta de los discípulos: Cómo deben cumplir los hermanos la obra de Dios cuando están de viaje. El Señor responde por el maestro:
1Cuando los hermanos espirituales viajan[1] sin ningún laico, se reunirán y separándose un poco del camino, se arrodillarán, volviendo al camino después de la oración. 2Inmediatamente callarán toda palabra ajena a Dios, por reverencia a la obra de Dios y caminando de este modo, pidiendo antes la bendición, prorrumpirán en la recitación[2] del salmo. 3Cuando lo hayan acabado, se detendrán un instante y orarán un poco con la cabeza inclinada. 4Terminada la oración, en seguida reemprenderán el camino con un salmo. 5Acabado éste, de nuevo se detendrán (y) volverán a orar. 6Una vez acabada también esta oración, volverán a empezar de nuevo un salmo caminando. 7Acabado asimismo éste, volverán a orar inclinándose humildemente. 8Por tanto, cuando hayan acabado todo (el programa) de esta hora, se retirarán aparte un poco, esta vez[3] se arrodillarán para orar y concluirán por sí mismos por turnos. 9Entonces nuevamente volverán al camino y de este modo, si lo desean, pueden tomar parte en las conversaciones comunes. 10Pero en aquellas horas en las que, caminando, realicen la obra de Dios, tengan cuidado de intercambiar[4] otras palabras entre sí, mientras están ocupados en la obra divina.
11Si, por el contrario, viajan mezclados con laicos, apartándose de ellos entre los matorrales, o si estuviesen en un lugar descampado y no les ofreciere (donde) ocultarse, se quedarán un poco rezagados, 12y así arrodillándose, dirán una sección de tres salmos y en seguida terminarán con un Gloria. 13A continuación dirán el versículo, y después del versículo, harán una oración breve, terminarán, se pondrán de pie y seguirán a (sus) compañeros de camino.
14Por tanto, si hemos dicho que los hermanos no dirán más que una sección de cada uno de los tres salmos con un solo Gloria, 15(es para evitar) que prosiguiendo (su camino) el compañero[5] laico, que no se cuida de los intereses de Dios, dejando tal vez a los hermanos espirituales en una encrucijada, no conociendo quizás el camino, los hermanos se separarían (de ellos) en una multitud se senderos; 16y luego (su) alma se llenaría de tristeza amarga y quizás se arrepentirían por haberse retrasado para el bien de su alma. 17Pero esto para que así lo cumplan, deben ser amonestados por el abad o los prepósitos al salir del monasterio.
18En un día nublado, cuando el sol esconde sus rayos al mundo, ya sea en el monasterio, de viaje o en el campo, los hermanos estimarán (el tiempo) transcurrido calculando las horas, 19y cualquiera que sea la hora, cumplirán de todos modos, con el oficio acostumbrado, 20y si se dice la obra una hora antes o una hora después, sin embargo la obra de Dios no se omitirá, sino que se cumplirá, 21porque la oscuridad de las nubes, ausente el sol, ciego el reloj (de sol), excusa de ser hallados en falta a los que no realizan (el oficio a la hora conveniente).
[1] Ambulant.
[2] Inpositum: recitado, “según el sentido habitual de inponere: ejecutar un salmo en solo: El plural prorumpant se podría explicar por el hecho de retomar colectivamente la antífona” (SCh 106, p. 263, nota 2).
[3] Iam.
[4] Inmisceant.
[5] Solacia.