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3. Reglas monásticas latinas anteriores a la Regla de san Benito

IX. La Regla del Maestro (continuación)

Capítulo 57: Pregunta de los discípulos: ¿De qué forma[1] los hermanos de viaje cumplirán algunas (partes) de la Regla? El Señor responde por el maestro:

1El hermano que fuere enviado de mañana por asuntos del monasterio y que por las ocupaciones del camino, desde prima hasta tercia en invierno, desde nona hasta vísperas en verano, no hiciese su lectura, 2si regresase al monasterio en el mismo día, cualquiera que fuese la hora a la que volviere, comerá, pero hará algo de lectura y de estudio[2], 3para que se vea que en ese mismo ha sido fiel a la regla.

4Pero si fuese enviado a un viaje más largo, se llevará consigo un pequeño códice[3] del monasterio con algunas lecturas, 5para que, a cualquier hora que descanse en el camino, lea algo. 6A condición, sin embargo, que sepa el salterio[4].

7Pero si no lo supiere, llevará consigo tablillas en las que el superior habrá escrito los salmos, 8para que, cuando se dedique a la refección del almuerzo o (al llegar) a la posada, haga al menos un poco de estudio, 9para devolver cada día a la regla lo que le corresponde[5].

10Igualmente, también el hermano que todavía está aprendiendo a leer, llevará consigo unas tablillas del monasterio escritas por el superior, 11para que, si va con uno que sepa leer, cuando se disponga a comer o en la posada, dedique en cuanto le sea posible un tiempo al estudio, bajo (la dirección) de aquél; 12pero si va solo, él mismo -como dijimos más arriba- estudie sea al comer, sea en la posada, 13) para que se vea que cumple a diario las normas de la regla[6].

14Del mismo modo, el hermano que no quisiere salir para los asuntos del monasterio, o que parte murmurando, o que demora antes de querer salir, 15si al abad le pareciera, ya no lo mandé, e inmediatamente reciba la pena de excomunión, 16y sepa que al llenarse[7] de soberbia, se rebela contra un precepto divino; ciertamente divino, porque el Señor dijo a nuestros doctores: “Quien a ustedes los desprecia, me desprecia a mí” (Lc 10,16).

17Pero aquellos hermanos, que estando de camino, se detuvieran en un albergue, elegirán para hacer su cama un lugar que esté separado y limpio, 18donde celebren dignamente al Señor, sobre la cama, en voz baja, durante la noche[8].

19Por otra parte, los hermanos que salen de viaje, recibirán del abad o de los prepósitos, estas instrucciones: 20cada vez que visiten a cualesquiera hermanos espirituales en su domicilio, y entren con ellos en las celdas u oratorios, rezarán y dirán este versículo: “Entramos en su tabernáculo; adoramos en el lugar donde estuvieron sus pies” (Sal 131 [132],7). 21Igualmente, al partir orarán diciendo siempre este versículo: “Señor, dame a conocer tus caminos y enséñame tus senderos. Condúceme en tu verdad” (Sal 24 [25],4-5), 22o tal vez este otro versículo, si quisieran decirle en vez del otro: “Haz perfectos mis pasos en tus senderos, para que no vacilen mis pisadas” (Sal 16 [17],5).

23Por tanto, cuando nuestros hermanos estuvieran por salir de los monasterios y las celdas de los espirituales, en primer lugar se despedirán del oratorio, y harán una oración especial por su salida al exterior[9]; 24y al salir, nuestros peregrinos pedirán a todos a los que dejan en sus monasterios y en sus celdas, que les recuerden en la siguiente obra de Dios, y así partirán.

25Pero cuando nuestros hermanos entren en las iglesias, después de haberse inclinado humildemente en oración ante Dios, 26se levantarán diciendo este versículo: “Los santos exultarán en la gloria, se alegrarán en sus habitaciones” (Sal 149,5), diciéndolo en voz baja, 27y después de haber hecho, inclinados, una breve oración, concluirán por sí mismos, y así saldrán fuera.

 


[1] Quo ordine.

[2] Meditetur, también se podría traducir: trabajo de memoria; se trata de las lecturas memorizadas para el oficio (cf. RM 44,9-11).

[3] Codiciclum.

[4] Fuerit psalteratus.

[5] Quod suum est.

[6] Consuetam regulam adinplere.

[7] Adeptum superbiam.

[8] Cf. Sal 118 [119],55.

[9] Pro egressu suo foris.