«Para expresar la intención que nos impulsa a publicar estos libros nos valemos de un texto de Cesáreo de Arlés (+ 542): “En verdad les digo, mucho me temo que los tratados de los santos Padres y los innumerables volúmenes compuestos por ellos con gran esfuerzo, y dispuestos para ser dispensados a todos los obispos, sean presentados ante el tribunal del eterno Juez en (calidad de) testimonio contra nosotros. Pues si no podemos reunir por nuestro propio trabajo esos frutos espirituales, es justo que al menos distribuyamos, con un celo santo y una caridad muy ferviente, lo que por otros ha sido reunido”».