Abadía de Santa Escolástica (Victoria, Buenos Aires, Argentina)
29 de abril - 2 de mayo 2014
Iniciamos la Asamblea con la Eucaristía, el día martes 29 de abril, y hubo representantes de casi todas las comunidades que conforman SURCO, con la excepción de unas pocas por razones justificadas. Fueron 33 los participantes, incluyendo a José Manuel Eguiguren y Rodrigo Vidal, del Movimiento Apostólico Manquehue.
El programa de la Asamblea se desarrolló en 4 días, tomando el primero y el último para temas específicos de SURCO, y dejando los dos del medio para una reflexión monástica y eclesial...
En esta Asamblea se trató con tiempo y dedicación lo referente a nuestra revista Cuadernos Monásticos... y al sitio web...
El segundo día de nuestra Asamblea lo quisimos dedicar a una reflexión en torno a la vida monástica, atenta a los signos de los tiempos que se leen desde la vida de nuestras órdenes benedictina y cisterciense...
Los abades Bernardo Olivera, ocso, y Benito Rodríguez, osb
Otro momento importante de nuestra reflexión lo animó la presentación conjunta que hicieron los abades Bernardo Olivera, ocso, y Mamerto Menapace, osb, sobre la realidad de los monasterios de nuestras Órdenes... Una conclusión hermosa que salió desde la misma Asamblea es que a nosotros corresponde poner todo lo que esté a nuestro alcance, pero que no debemos olvidar de que las comunidades pertenecen a Dios y que de él depende en definitiva su futuro. La precariedad, la fragilidad, no es un estigma, algo que debe ser escondido para que no se note, sino que debe ser mirada y reconocida, con humildad y con fe, para que así el mismo Espíritu Santo vaya permitiendo mirarla con ojos nuevos que permitan reconocer también en ella la vida nueva que contiene. Desde esa nueva mirada, surgirán respuestas nuevas, con la creatividad que despierta el amor... Creo que para todos fue iluminador entender que en las comunidades, como en las personas, hay también ciclos vitales, y que las distintas etapas son hermosas, cuando sabemos interpretarlas con un corazón limpio, sin pretender grandezas que nos superan y nos hacen escaparnos de la realidad. Aquí podemos recordar la palabra del Papa que nos dice que la realidad es más importante que la idea (EG 231).
Por último, la presencia con nosotros del Obispo de San Isidro, Monseñor Oscar Ojea, representó una apertura importante de nuestra Asamblea de SURCO a la Iglesia local y universal. En ese rostro acogedor de Monseñor Ojea uno podía casi tocar una integración – comunión entre ambas realidades eclesiales, la particular y la universal, que en este caso se concretizaba en dos rostros: el suyo y el del papa Francisco...
Así, en todo lo que se fue dando en el desarrollo de la misma Asamblea, entre los mismos participantes y los invitados, entre las reflexiones y los temas prácticos, entre los momentos de oración en el coro y las comidas en el refectorio, lo sintetizo con la palabra integración, comunión o encuentro. Porque en SURCO, me atrevo a asegurarlo, vivimos como un destello de eso que el Papa Francisco tiene tan en el corazón y que llama cultura del encuentro.
Su hermano en Cristo,
+ Benito Rodríguez, osb
Presidente de SURCO