Jesucristo echa a los vendedores y cambistas del templo
Siglo XII
Salterio
Oxford, Inglaterra
«Verdaderamente uno y otro, el templo y el cuerpo de Jesús, según una misma acepción, son para mí tipos de la Iglesia, porque ésta está construida con piedras vivas, es una mansión espiritual para un sacerdocio santo (1 P 2,5), y está construida sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, cuya piedra angular es Cristo Jesús (Ef 2,20), y bien merece el nombre de templo. Según estas palabras: Ustedes son el cuerpo de Cristo y, cada uno por su parte, miembros de Cristo (1 Co 12,27), incluso si la buena ordenación de las piedras viene a ser destruida, incluso si todos los huesos de Cristo, como está escrito en el Salmo 21 (v. 15), son estrangulados por los cepos tendidos por las persecuciones y por los tormentos que les infligen aquellos que combaten la unidad del templo en esas persecuciones, el templo será reconstruido y el cuerpo resucitará al tercer día, después del día de la malicia que se acerca a él y del día de la realización que debe seguirle. Porque despuntará el tercer día en el nuevo cielo y en la nueva tierra cuando aquellos huesos, toda la casa de Israel (Ez 37,11), resucite en el gran Día del Señor, después de la victoria sobre la muerte. De forma que la resurrección de Cristo, ocurrida después de la pasión y la cruz, encierra en sí el misterio de la resurrección de todo el cuerpo de Cristo (cf. 1 Co 15, 54)»[1].
[1] Orígenes, Comentario sobre san Juan, X,20 (trad. en: Lecturas cristianas para nuestro tiempo, Madrid, Ed. Apostolado de la Prensa, 1971, L 63). Orígenes nació hacia el 185. A los 18 años se hizo cargo, a pedido de su obispo, de la escuela catequética de Alejandría. Hacia el 216, se instaló en Cesarea de Palestina, donde el obispo del lugar lo invitó a fundar una nueva escuela de catequesis. Orígenes la dirigió por más de 20 años. Durante la persecución contra la Iglesia fue torturado para que negara su fe. No lo hizo y murió a causa de los tormentos sufridos, entre 253-257. Es con toda probabilidad el genio mayor de la antigüedad cristiana, al menos entre los escritores de lengua griega. Su producción literaria es abundante.