Santa Gertrudis - talla de madera policromada - Iglesia de Sâo Bento - San Pablo - Brasil.
Por Olivier Quenardel, ocso[1]
26. L 3,10[2]
SF: en la fiesta de san Matías, durante la primera misa. Comunión sacramental.
N: Ad suscipiendum vivifici corporis et sanguinis mei Sacramentum (L 3,10,2,4-5); ad tam saluberrima sacramenta (L 3,10,2,14); Dominicum corpus (L 3,10,2,15); regalis mensae meae deliciis (L 3,10,2,19).
P: Por diversas razones que no se precisan, Gertrudis había resuelto no comulgar. Después, hecha digna por el Señor, comulga con gran ardor. Constatando que ese mismo día, otra monja “se estaba absteniendo, sin causa razonable, de la comunión”, ella pregunta al Señor por qué Él ha permitido que ella caiga de ese modo. A lo que el Señor responde: ¿Es culpa mía que ella tienda tan escrupulosamente ante sus ojos el velo de su indignidad, que le haya sido imposible ver la ternura de mi amor paternal (pietatem paterni affectus mei)?” (L 3,10,2).
E: El Señor promete a Gertrudis que, si comulga estando preparada, podrá muy ciertamente adquirir este triple beneficio: gozar (frueris) de toda su dulzura amorosa; derramarse en Él como derretida bajo el ardor de su divinidad (ex fervore divinitatis meae liquefacta me influeres); ofrecer al Padre en alabanza eterna un muy precioso electrum[3] de su unión con Él y también recompensar a los santos por su intercesión (L 3,10,2).
27. L 3,13
SF: Un día, al doblar los manteles del altar, “se cae una hostia de la que se dudaba si estaba consagrada o no”.
N: in sacramentum altaris (L 3,13,1,9).
28. L 3,14,4
SF: Después del baño de la confesión, “… durante la misa, al momento en que el sacerdote inmola la víctima sagrada…” (L 3,14,4,12-13).
N: cum hostia sacrosancta totius humanae culpae verissima et efficacissima reconciliatio immolaretur a sacerdote. (L 3,14,4,13-14)
E: Gertrudis ofrece al Señor esta víctima sacrosanta, “en acción de gracias por el baño benefactor” de la confesión, “y en expiación propiciatoria de todas sus faltas. La ofrenda fue aceptada y ella misma fue acogida en el seno del Padre de infinita bondad…” (L 3,14,4,15-18).
29. L 3,15
SF: “durante la misa, al momento de la elevación de la hostia” (L 3,15,1,1).
E: el árbol de la caridad.
30. L 3,16
SF: Durante el interdicto[4]. Todo el capítulo se ubica en contexto eucarístico. En L 3, 16,2, el lugar es el ofertorio de la misa conventual Salve sancta Parens, celebrada “el último día antes de la suspensión de los oficios divinos”; en L 3,16,3, el lugar es la misa del día siguiente, en el momento de la comunión; en L 3,16,4, el lugar es otro día “en el momento de la consagración de la hostia salvífica”; en L 3,16,5, el lugar es el día de la Asunción, a la elevación de la hostia”.
Comunión sacramental.
N: Tam pretioso bono corporis et sanginis tui (L 3,16,3,4-5); hostiae salutaris (L 3,16,4,1).
P: En L 3, 13,3 el Señor presenta la prueba del interdicto, como un tiempo en el cual “… al conducir a su (mi) esposa al lugar verdeante y florido del festín.., sucede que la aparto con su (mi) propia mano a un lugar más austero, para lavarla y arreglarla (yo mismo), y así introducirla con más decoro”.
E: Gertrudis pregunta al Señor qué consolación dará a las monjas privadas de la comunión sacramental, a causa del interdicto. El Señor declara que tendrá en ellas sus delicias y las hará desbordar de amor por Él (L 3,16,1). En L 3,16,4 el alimento divino del cual se beneficia la comunidad es el aliento del Señor.
31. L 3,17
SF: durante el interdicto, “un domingo en que se celebraba la fiesta de San Lorenzo junto con el aniversario de la Dedicación de la Iglesia, durante la primera misa” (L 3,17,1,1-2).
N: vivificum sacramentum (L 3,17,1,13); consecrata hostia (L 3,17,2,1,6).
E: gracias de contemplación que habrán de repercutir sobre todos los miembros del cuerpo, “especialmente al interior de la misma comunidad… a excepción de aquellas que se priven por celos o mala voluntad” (L 3,17,3,12…19). Fruición intensa al momento de la comunión, que, a causa del interdicto, no podía ser más que espiritual (L 3,17,4,19…29).
321. L 3,18,1-2
SF: Avanzando un día para ir a nutrirse del sacramento del a vida, mientras que en la antífona Gaudete et laetare, se cantaban las palabras Sanctus, Sanctus, Sanctus.
N: Vivificum Sacramentum (L 3,18,1,1); coelestibus epulis (L 3,18,1,5-6).
P: Para preparar dignamente a Gertrudis a la comunión sacramental, el Señor le da por adorno “toda la santidad de (su) divinidad y de (su) humanidad” (L 3,18,1,10-11).
E: La Trinidad se complace en el adorno de Gertrudis y la beneficia con “la plenitud de la gracia de la santidad, tanto la de la omnipotencia, como de la sabiduría y la bondad” (L 3,18,2,9-11).
322. L 3,18,3
SF: Otra vez que ella debía comulgar.
N: tui jucundissimi convivii participatione (L 3,18,3,6).
P: Gertrudis se alegra de no tener impedimento alguno para participar del banquete eucarístico.
323. L 3,18,4
SF: “... otra vez, dirigiéndose a comulgar”.
P: Gertrudis siente “el gran deseo de estar convenientemente preparada para el Señor”.
E: El Señor asegura a Gertrudis que Él se ha revestido de ella y la reviste a ella de Él. En este caso, Gertrudis representa a toda la humanidad, a la que el Señor puede conceder los beneficios de su “real munificencia”.
324. L 3,18,5-6.
SF: “... otro dia, antes de participar en los divinos misterios...”.
N: divinis (L 3,18,5,1); corpus Christi (L 3,18,6,1).
P: Largo proceso de preparación: Gertrudis se compara a “una pequeña planta frágil” que, debido a sus negligencias, se ha vuelto “semejante a un pobre carbón apagado”. Ella ruega a Jesús que la presente a la reconciliación con Dios Padre”. Jesús la lava en el agua y la sangre de su corazón. La planta revive y llega a ser un árbol que el Hijo de Dios presenta a la Santísima Trinidad. El árbol fructifica por la acción de la santísima Trinidad (L 3,18,5).
E: la comunión sacramental suscita en Gertrudis un sentimiento de profunda unión con Cristo. La santísima Trinidad y todos los santos experimentan “un sentimiento de maravillosa alegría (mirae jucunditatis delectamentum). Todos los habitantes del cielo, de la tierra y del Purgatorio se benefician de los frutos del árbol (L 3,18,6).
325. L 3,18,7-8.
SF: “Un día en la misa, al momento de la elevación de la hostia...”.
N: Hostiam sacrosanctam (L 3,18,7,2); in Sacramento (L 3,18,8,5).
E: Gertrudis comprende que “todas las veces que alguien asiste a la misa con devoción y se une a Dios, que se ofrece a sí mismo en este sacramento por la salvación del mundo, verdaderamente Dios Padre lo mira con la misma complacencia que la hostia sacrosanta que le es ofrecida...” (L 3,18,8,3-7).
326. L 3,18,9.
SF: “Un día, después de haber comulgado...”.
N: pretiosorum Christi mysteriorum (L 3,18,9,3-4).
P: “... conviene velar sobre la boca, que, entre todos nuestros miembros, es el que recibe el precioso sacramento de Cristo...” (L 3,18,9,2-3). Abstenerse de pecado.
327. L 3,18,10.11.12.
SF: “Un día en que debía comulgar”.
P: Gertrudis, sintiéndose insuficientemente preparada, avanza sin embargo al encuentro del Señor, poniendo su confianza en el amor del Señor. Él la ve de lejos, y envía a su encuentro todos los adornos necesarios para que ella se vuelva “digna de comparecer en su presencia”.
E: Delectación del Señor en el alma de Gertrudis (L 3,18,11,10), Él que tiene “sus delicias en morar con los hijos de los hombres” (L 3,18,11,12-13). Alegoría del pelícano (L 3,18,12).
328. L 3,18,13.
SF: “Otro día, habiendo hecho un predicador, un largo sermón sobre la justicia divina... Gertrudis teme acercarse a los divinos misterios”.
N: divina sacramenta (L 3,18,13,3).
E: El Señor confirma a Gertrudis y le revela su misericordia, invitándola a considerar “... aquel vaso estrecho en el que yo me encierro para venir a ti”.
329. L 3,18,14
SF: “Otra vez, en una circunstancia parecida” (a 328).
N: in hoc Sacramento (L 3,18,14,9-11).
E: El Señor atrae a Gertrudis a gustar su dulzura (ad degustandam suae divinitatis dulcedinem divina pietas eam allexit) y le dice: “...mi misericordia y mi amor me atraen hacia este sacramento, para permitir al alma amarte prevalecer de algún modo sobre a mí, así como el cuerpo humano es de mayor tamaño que mi cuerpo (eucarístico)”.
3210. L 3,18,15.
SF: “Otro día, al presentársele la hostia de salvación” (para comulgar).
N: salutaris hostia (L 3,18,15,1); corpus meum (L 3,18,15,6).
E: El Señor revela su bondad a Gertrudis declarándole que El prefiere la actitud de aquellos que se refugian en su misericordia, a todos los ejercicios ascéticos que se cumplen por su gloria: “... Esto es lo que te muestra la mano de carne del sacerdote, más cercana (a la hostia) que su ornamento”.
3211. L 3,18,16.
SF: “Otra vez, cuando sonaba la campana para la comunión y se entonaba la antífona...”.
P: Gertrudis se siente insuficientemente preparada. El Señor le responde: “A veces el Esposo tiene más alegría (magis delectatur) al ver el cuello desnudo de la esposa, que cubierto con un collar; y también, más alegría (plus delectatur) al tocar sus manos en su belleza, que a verlas muy adornadas con guantes. Igualmente, me sucede tener más alegría (plus delector) por un acto de humildad, que en la gracia de la devoción”.
E: Delectación del Esposo en la humildad de las esposa, más que en su devoción.
3212. L 3,18,17.
SF: “Una vez, en que varias hermanas de la comunidad se abstenían de la comunión por diversos impedimentos, y que ella, habiendo comulgado”, daba gracias al Señor...
N: convivium tuum (L 3,18,17,4); inmaculata Sacramenta (L 3,18,17,9).
E: Delectación del Señor, quien declara experimentar “una alegría (delector), allí mismo donde, a veces, el gusto de mis santos es poco sensible” (L 3,18,17,11-12).
3213. L 3,18,18.
SF: “Otra vez, durante la distribución del sacramento”.
N: Sacramenti; hostiam; absconditum manna.
E: Gertrudis busca intensamente poder ver la hostia. El Señor la invita a deleitarse (delectaris) en Él, “no por la vista sino por el gusto” (non videndo sed gustando experire).
3214. L 3,18,19.
SF: “Viendo a una de sus hermanas acercarse a comulgar toda temblorosa al sacramento de la vida”, Gertrudis se da vuelta “de disgusto, hasta indignada…”.
N: Sacramenta vivifica (L 3,18,19,2).
P: El Señor reprende dulcemente a Gertrudis y le revela la eclesialidad del acceso al sacramento.
3215. L 3,18,20.
SF: “Otra vez... otra monja monja dubitativa por la misma razón...”.
P: Incluso cuando pudiera decaer la devoción (devotio), el Señor anima a tener confianza en su benigna pietate.
3216. L 3,18,21.
SF: Gertrudis ruega por una persona que se cuestiona “si recibe menos fácilmente la gracia de la devoción el día en que ella debe comulgar, que en algunos otros días, incluso ordinarios”.
P: El Señor declara: “Esto no es accidental... si yo retiro la gracia en los días de fiesta y al momento de la comunión... las almas santas están atentas más por la virtud del deseo o por la humildad, y esta atención o esta atrición beneficia frecuentemente más a su salvación que la gracia de la devoción”.
3217. L 3,18,22.
SF: Gertrudis ora “por una persona que se estaba absteniendo de recibir el cuerpo del Señor por una falta leve, temiendo que algunos pudieran incluso escandalizarse de verla comulgar...”.
N: sacramenta Dominici corporis (L 3,18,22,1).
P: El Señor declara (en el caso de faltas leves por las cuales se ha hecho penitencia), que no se debe ocupar “de una limpieza exterior, importante a juicio de los hombres”, hasta el punto de olvidar “la belleza interior” y la gracia que procura la recepción del sacramento”.
3218. L 3,18,23.
SF: “Otro día antes de comulgar y habiendo sido invitada interiormente por el Señor…”.
P: Gertrudis se siente miserablemente preparada, pero el Señor la recubre con sus propios ornamentos y la invita a acercarse con dignidad y no como una necia. Ella comprende que son “necios bajo los ornamentos del Señor” aquellos que, “habiendo tomado conciencia de su imperfección”, y “rogado al Hijo de Dios que la supla… permanecen aún dubitativos como antes, ya que no tienen una confianza absoluta (plenam confidentiam) en la perfecta suplencia del Señor (de Domini sufficientissima supletione).
3219. L 3,18,24.
SF: “Un día de comunión, cuando ella ofrecía la hostia consagrada para alivio de las almas del purgatorio…”.
N: hostiam dominici corporis (L 3,18,24,1); sacratissimi corporis tui (L 3,18,24,9); per vivificum altaris sacramentum (L 3,18,24,17).
P: estar sin pecado mortal (L 3,18,24,18).
E: Parábola de la visita del rey a la reina. Explicación dada por el Señor: “… cuando, por pura bondad e impulsado por la ternura de mi corazón, yo me inclino por medio del sacramento del altar hacia un alma que está sin pecado mortal, todos los habitantes del cielo, de la tierra y del purgatorio reciben un incremento de beneficios insignes” (L 3,18,24,16-20).
3220. L 3,18,25-26.
SF: “Otro día” de comunión sacramental.
N: pretiosum corpus et sanguinem suum (L 3 18,25,4); vivifici Sacramenti (L 3,18,26,8).
P: “… antes de ir a comulgar”, Gertrudis se siente invadida por el deseo de “hundirse en lo más profundo del valle de la humildad…”.
E: El Señor dice a Gertrudis: “Al recibir el sacramento yo te atraeré hacia mí de tal manera, que tú arrastrarás en el mimos movimiento a todas las almas que alcance tu deseo, como el perfume precioso de los vestidos” (L 3,18,25,9-12). Al comulgar Gertrudis, el Señor le concede la liberación de un gran número de almas del purgatorio (L 3,18,26).
3221. L 3,18,27.
SF: “Otro día, antes de la comunión…”.
N: Hostiam sacrosanctam (L 3,18,27,3; L 3,18,27,14) corpus Christi (L 3,18,27,12-13).
P: Gertrudis mide su indignidad, más aun que de costumbre. Gracias místicas de unión con Cristo.
(Continuará)
[1] Abad de Notre-Dame de Citeaux, Francia y miembro del Comité para el Doctorado de Santa Gertrudis, en representación de la OCSO.
[2] Traducido de: Olivier Quenardel, ocso, “La comumunion eucharistique dans ‘Le Héraut de L’Amour Divin’ de sainte Gertrude d’Helfta”, Abbaye de Bellefontaine, Brepols, 1997, Anexo IV, pp. 171-203. Con ello se completan las remisiones al Anexo IV hechas en los artículos del mismo autor publicados en esta página.Tradujo la hna. Ana Laura Forastieri, ocso. Monasterio de la Madre de Cristo, Hinojo, Argentina.
[3] N de T.: electro: metal precioso que en la edad media se obtenía fundiendo cuatro partes de oro con una de plata.
[4] N de T: Sanción que sufrió la comunidad de Helfta de parte de los canónigos de Halberstadt en 1296, durante la vacante de la sede episcopal, por unos reclamos económicos sin fundamento, consistente en la prohibición de la celebración de la Misa y el oficio divino (cfr. L 3, 16 y 17).