Hnas. de la Sagrada Familia, OSB
Habana 251, Col. Tepeyac Insurgentes
Deleg. Gustavo A. Madero,
C.P. 07020, México, D.F.
México D.F., 26 de julio de 2013
Santo Padre Francisco
Tengo la alegría de dirigirme a ud. a fin de expresarle el apoyo de nuestra Congregación de Hermanas de la Sagrada Familia, a la postulación al doctorado de la Iglesia de santa Gertrudis de Helfta, que promueven las dos Órdenes Cistercienses junto con la Congregación Benedictina de Solesmes y que apoyan las tres conferencias monásticas de América del Sur, Central y el Caribe.
Las Hermanas de la Sagrada Familia, fundadas en la ciudad de México el 19 de marzo de 1919 por la Rvda. Madre M. Esther Rodríguez Guitérrez tenemos por carisma: “AMAR A JESÚS EN LA NIÑEZ Y JUVENTUD DESAMPARADAS”. Estamos presentes en México y formarmos parte de la Confederación benedictina desde 1968.
Santa Gertrudis es una figura insigne de nuestra tradición benedictina, que reúne plenamente las condiciones para el título de Doctora de la Iglesia. Su enseñanza se funda principalmente en la gran Liturgia de la Iglesia, hecha experiencia de vida. Guía y acompaña a los fieles en el año litúrgico, haciendo accesible a todos, el encuentro vivo con Cristo. Con un excepcional ardor misionero, pone su doctrina y su experiencia al servicio del crecimiento de la fe del prójimo, trazando una vía sana y segura para quien desea progresar en los caminos del Señor.
La Regla de san Benito y el ámbito de la vida monástica proporcionan la base fundamental de su espiritualidad. Todo en su vida gira en torno a la palabra de Dios, meditada en la lectio divina y celebrada en la liturgia. De allí recibe la herencia de la Tradición bíblica y patrística, de la cuál toma las imágenes, símbolos y metáforas. Ella, además, recrea esa herencia en su experiencia espiritual.
Su obra transmite una profunda teología fundamentada sólidamente en la Trinidad, en la cristología y en la eclesiología, gracias a una referencia constante a la Palabra de Dios. En sus escritos, alma y cuerpo, mente y corazón, virtud y defectos, persona y comunidad aparecen unidos en una síntesis fresca, simple, que es expresión de confianza y de positividad, e invita a la alegría de la fe. Teología y espiritualidad constituyen en ella una única inteligencia de la fe unida a la experiencia del amor. Nos ofrece en concreto una teología del amor, en un camino de crecimiento espiritual basado en la plena confianza en la acción de Dios en el creyente.
La figura de santa Gertrudis fue también muy difundida en el México colonial, llegando a tener gran popularidad y ser designada Patrona de las Indias Occidentales desde 1609. Quedan en los templos de México muchos signos iconográficos de su devoción.
Por estos y otros motivos pensamos que su doctorado será una fuente de renovación para la teología y la espiritualidad de nuestro tiempo, y para tantos hombres y mujeres contemporáneos nuestros, creyentes y no creyentes, que buscan en la fe una respuesta vital e integral que les ayude a unir las razones de la mente y del corazón. Desde su sensibilidad femenina Gertrudis abre un camino de renovación para la presentación de la fe en una clave integradora de todas las potencialidades del ser humano.
Santo Padre, a la vez que le confiamos nuestro deseo de ver a santa Gertrudis entre los Doctores de la Iglesia, le aseguramos nuestra asidua oración por su persona y ministerio petrino y nos acogemos humildemente a su bendición.
Con filial afecto y devoción,
Hna. Rosa Esther Quirino Perales, OSB
Superiora General
Hnas de la Sagrada Familia O.S.B.
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