Al comenzar el año Cuadernos Monásticos desea compartir con sus lectores su amor, su búsqueda, su servicio a la Palabra de Dios, en ese momento cotidiano del monje/la monja de encuentro y diálogo con Dios: la “Lectio divina”.
Es que la Palabra centra y da sentido a la vida cristiana. Es “pan” que da vida y transforma las personas asemejándolas al Hijo, Palabra eterna del Padre, cuya realidad eterna es “decir” al Padre y en Él “decirnos” a nosotros al Padre. Por eso recomendaba san Gregorio Magno: “Conoce el corazón de Dios en las palabras de Dios” (Ep. 31: PL 77,706B). El Hijo-Palabra es expresión perfecta del ser y del amor del Padre, pero también Palabra del Padre para nosotros, que en su Hijo llegamos a ser palabra nuestra para nuestro Padre. La Palabra es “antorcha” en el camino de la fe; interpela, llama, ilumina y hace comprender, pide obediencia, juzga, perdona, alienta y promete…
En el primer artículo, Abdulla Galadari muestra cómo la metáfora del “Camello pasando por el ojo de una aguja” que traen los evangelios sinópticos (Mc 10,25 y par.) y el Corán (7,40) con una interpretación aparentemente diversa, tienen un mismo contexto. Para los Sinópticos es más fácil que se cumpla la metáfora a que un rico entre en el Reino de los cielos; mientras que para el Corán ella está dirigida a los incrédulos que toman una posición arrogante y soberbia frente a Dios. Un detallado análisis de los textos que hace el Autor demuestra la igualdad de contexto.
La interpretación correcta de la Escritura está muy ligada al enfoque teológico de quien la aborda. Esta es una de las razones que justifican la búsqueda de Mark Sheridan, osb, para clarificar la relación entre la teología y algunos temas clave –entre ellos la interpretación de la Escritura–, en Casiano.
El P. Armand Veilleux, ocso, se remonta al sentido que la Lectio Divina tenía para los Padres del Desierto como escuela de vida y de oración, para decantar el sentido originario de esta expresión y purificarla así de prácticas que podrían alejarla de su intrínseca relación con un itinerario de unión con Dios a través de su Palabra, con todo lo que esto implica.
También una palabra o incluso una necesidad de mi hermano pueden ser una palabra de Dios para mí: Jerome Kodell, osb, investiga en los capítulos 71 y 72 de la RB, cómo san Benito se acerca a esta verdad y la desarrolla en consonancia con una concepción más amplia y cenobítica de la obediencia.
La Hna. Liliana Solhaune, osb., en su “Lectio: Pozo de Agua Viva”, nos comparte sencillamente su búsqueda orante de la Palabra y nos muestra la riqueza insospechada que entraña el dejarse llevar por ella en un diálogo fecundo entre Escritura y Tradición. Es un “resonar” cada vez más amplio de la Palabra que nos lleva a horizontes cada vez más dilatados y fecundos que alimentan e iluminan nuestra vida.
Con el Hno. Javier Domínguez, osb, nos trasladamos a un pueblo del Perú con ánimo peregrinante, para participar de un encuentro sobre espiritualidad andina, en el que el viaje exterior se hace itinerario interior en la búsqueda de respuestas a preguntas fundamentales.
La unión con Dios que genera la Palabra se reconocen en la fe y el amor fraternos (1 Jn 4,23). Es lo sucedido con el martirio de los 19 Mártires de Argelia, entre los que se encontraban los siete monjes trapenses de la comunidad de Thiberine, beatificados en la pasada solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. El Abad Bernardo Olivera, ocso, en la sección Crónicas, nos ofrece un detallado relato de este acontecimiento “que mezcló en una misma ofrenda sangre cristiana y musulmana”.
El P. Mauricio Tavella, ocso, en su crónica del Encuentro de Bibliotecarios organizado por SURCO y realizado en la Abadía Gaudium Mariae del 18 al 20 de septiembre de 2018, nos acerca la experiencia de días de intenso intercambio y diálogo fraterno, que aportan amplitud y dinamismo a la vida de nuestras comunidades.
Vivida y experimentada en el desierto, la Palabra se hace “sabiduría” en hombres y mujeres que, dejando todo, dedicaron sus vidas a ella. Ese es El libro de los ancianos, cuya traducción española el P. Enrique Contreras, osb, ha realizado con competencia y esmero y nos ha ido entregando en sucesivos números de la Revista y ahora completa para la sección Fuentes. Un especial reconocimiento a él por su valiosa obra y colaboración.
Después de este Número 208, que cubre el trimestre enero-marzo, llegaremos a ustedes con un número doble: 209-210, que abarcará el semestre abril-septiembre de este año 2019.
Un examen lingüístico cuidadoso de los Evangelios y del Corán, revela una relación interesante que puede significar que el Corán interpretó el Evangelio, ya sea griego o arameo, cuando cita este versículo.
Este artículo pretende explorar la teología en Casiano, su comprensión de la naturaleza de Dios y cómo esto afecta su tratamiento de cierto número de temas clave en sus trabajos, incluyendo la interpretación de la Escritura, el uso del concepto de “hombre interior” y la cuestión de la libre voluntad.
Cuando hable de la “lectio divina” en los Padres del desierto, en esta conferencia, no entenderé la expresión “lectio divina” en el sentido técnico (y reductor) que se le ha dado en la literatura espiritual y monástica de los últimos decenios.
Comprender el amor al prójimo como parte de la virtud de la obediencia es un discernimiento luminoso. Esto es lo nuevo que nos presenta Benito acerca de la obediencia al final de la Regla.
Detengámonos un momento para sacar algunas conclusiones en torno a la lectio divina, que se desprenden de este texto bíblico al que la imagen de los pozos carga de sentido simbólico.
Sobre el encuentro mismo, más que la temática de espiritualidad andina, lo que me atraía era una experiencia de encuentro con otras personas distintas a mí en muchos aspectos. Muchos participantes eran de Perú, Bolivia y Argentina, y la mayoría aymara o quechua.
Uno de los momentos cumbre de la celebración fue la lectura de la bula de beatificación hecha en latín por el Cardenal Becciu y luego en francés por el Arzobispo emérito de Argel, Monseñor Henri Teissier, testigo fiel de la muerte violenta de los 19 mártires.
Con la participación de miembros de once comunidades de Argentina, Chile y Uruguay se llevó a cabo un encuentro de bibliotecarios, bajo la coordinación del P. Enrique Contreras.
Preguntaron un anciano: “¿Cómo el alma adquiere la humildad?”. Y respondió: “Cuando ella solo se preocupa de sus propias faltas”.