"Fue en la versión latina de Rufino donde san Benito conoció el Pequeño Asceticón, al cual se refiere en los siguientes términos: "Y también las Colaciones de los Padres, las Instituciones y sus Vidas, como también la Regla de nuestro Padre san Basilio, ¿qué otra cosa son sino instrumento de virtudes para monjes de vida santa y obedientes?" (RB 73,5-6). Para Benito, la de Basilio es una verdadera Regla, a pesar de que Rufino en su Prefacio afirma que Basilio estableció las instituciones monásticas "a modo de respuestas -como de cierto derecho santo-, dirigidas a los monjes que lo interrogaban" (v. 6). A partir de la Regla de san Benito, las Cuestiones basilianas serán siempre consideradas como una regla por los monjes de Occidente" (p. xviii).