Cristo resucitado y María Magdalena. Hacia 1440. Rogier van der Weyden. Bruselas, Bélgica.
“Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? Oh infierno, ¿dónde está tu victoria?
¡Cristo ha resucitado, y tú has sido derrocado!
¡Cristo ha resucitado, y los demonios han caído!
¡Cristo ha resucitado, y los ángeles se regocijan!
¡Cristo ha resucitado, y la vida reina!
¡Cristo ha resucitado, y ni un muerto permanece en el sepulcro!
Porque Cristo, levantándose de la muerte, se convierte en el primer fruto de aquellos que se durmieron.
A él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén” (san Juan Crisóstomo).