CIMB
Conferencia Italiana
Monástica Benedictina
Comité Directivo
20 de mayo de 2013
Santo Padre,
Con la presente me permito apoyar la iniciativa de las dos Órdenes Cistercienses y Benedictina, que piden que se eleve a santa Gertrudis de Helfta al grado de Doctora de la Iglesia.
Con su vida y su pensamiento, santa Gertrudis ha influido notablemente en la espiritualidad cristiana y no ha perdido su actualidad. Su devoción está difundida en todo el mundo, sobre todo donde están presentes los monasterios benedictinos y cistercienses. Su culto está atestiguado por la iconografía, muy difundida, sobre todo en España y en América Latina.
La enseñanza de santa Gertrudis -única mujer de Alemania que mereció el apelativo de Grande- se funda en la experiencia viva de la liturgia y en particular de la Eucaristía, celebrada para rendir a Dios una alabanza perfecta. Precisamente el lugar que ocupa la liturgia en la vida de la Santa, hace de ella una maestra de vida espiritual segura para todos aquellos que desean seguir al Señor por el camino del Evangelio.
La experiencia mística de santa Gertrudis -basada en la Escritura y en la Liturgia- algo típico de una espiritualidad vivida en el ambiente monástico, la pone en el corazón de la Iglesia y en profunda comunión con ella, ajena a todo intimismo. Es considerada la Teóloga del Sagrado Corazón y la iniciadora de su devoción, por su ilimitada confianza en el Señor y en la ternura de Dios que cuida a cada persona.
Benedicto XVI en la catequesis sobre la Santa del 6 de octubre de 2010, llegó a decir: “La existencia de santa Gertrudis continúa siendo una escuela de vida cristiana, de recto camino, que nos muestra que el centro de una vida feliz, de una vida verdadera, es la amistad con Jesús, el Señor. Y esta amistad se aprende en el amor a la Sagrada Escritura, en el amor a la liturgia, en la fe profunda, en el amor a María, de modo de conocer cada vez más realmente a Dios mismo y así la verdadera felicidad, la meta de nuestra vida”.
Con estos pensamientos y toda mi devoción filial, le pido humildemente, Santo Padre, que tenga en cuenta mi apoyo a la solicitud de incluir a esta gran mujer, amante de Cristo, entre los doctores de la Iglesia.
Devotísima en el Señor,
Madre M. Adeodata Spadavecchia, O.S.B.
Presidenta de la Conferencia Italiana Monástica benedictina
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Monasterio SS. Crocifisso e S. Maria
Loc. Zoccolanti, 8
06010 Citerna (PG)