Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur
Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur
En el don y en el compromiso de la comunión se encuentran la fuente, la forma y el objetivo de la sinodalidad en cuanto que expresa el específico modus vivendi et operandi del Pueblo de Dios en la participación responsable y ordenada de todos sus miembros en el discernimiento y puesta en práctica de los caminos de su misión (Comisión teológica internacional, La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia, 43).
En una Iglesia que quiere ser sinodal y afinar el oído del corazón para poder escucharnos con atención unos a otros, este nuevo Cuaderno, dedicado a temas de la vida monástica actual, nos invita a escuchar varias voces que se elevan desde ámbitos eclesiales diversos y que nos ayudan a mirar con fe y esperanza el horizonte eclesial.
La primera de las voces a escuchar es la del Exarca Apostólico de los Católicos de Rito Bizantino en Grecia, Mons. Manuel Nin, osb, quien se dirige ₋en el discurso inaugural₋ a los que participan del Encuentro de Obispos Católicos Orientales de Europa, realizado en Atenas. Con humilde y gozosa gratitud ₋que brota de la conciencia de que la fragilidad que viven hoy las Iglesias católicas orientales no ha sido obstáculo para la patente obra de Dios en esa amada realidad₋, Monseñor Manuel presenta unas breves reflexiones personales sobre el reciente encuentro.
Escuchamos después la voz de un monje dirigida a otros monjes: el abad Pedro Edmundo Gómez, osb, quien expone ante la Asamblea de SURCO[1] reunida en Uruguay a fines del pasado mes de mayo, un análisis exhaustivo y meduloso sobre un tema de tanta actualidad como es el de la formación de los monjes para saber participar en las redes sociales sin apartarse de su identidad monástica, y procurando incluso llegar a ser agentes de evangelización y de sanación de las heridas del alma. Para fundamentar su reflexión acude a tres vertientes autorizadas: el Evangelio, la Tradición monástica y el Magisterio de la Iglesia, que aportan frescura vivificante, solidez y altura al tema tratado.
Otro acontecimiento eclesial ₋el cambio de autoridad en un monasterio chileno₋, nos da la ocasión de escuchar la voz: la del abad Benito Rodríguez, osb, recientemente elegido Abad Presidente de la Congregación Benedictina de la Santa Cruz del Cono Sur, quien se dirige a sus monjes al concluir su abadiato en la Abadía de la Santísima Trinidad de Las Condes, con la intención de prepararlos para elegir a un nuevo abad. Para esto ha bebido en la fuente del Magisterio de Benedicto XVI sobre la Iglesia, que nos hace mirar con responsabilidad y esperanza el horizonte misionero de nuestras comunidades monásticas.
Viene después una página anecdótica, en la que Liliana Solhaune, osb, testimonia la fuerza de la imagen para plasmar experiencias que podrían ser difíciles de expresar en un lenguaje lógico.
En la sección Crónicas, Madre Moira Benia, osb, nos va pintando con ágiles pinceladas el cuadro completo de la vigésima Asamblea de SURCO realizada en Uruguay a fines de mayo: participantes, acontecimientos, decisiones, temas tratados y apreciaciones personales que destacan la riqueza de todo lo vivido.
Finalmente, en la Sección Fuentes continuamos publicando los Escolios a los Proverbios de Evagrio Póntico, quien, basándose en el comentario al texto bíblico, nos hace recorrer, con profundidad insospechada, el sinuoso camino del conocimiento del hombre interior.
[1] Abades, Abadesas y delegados de los Monasterios del Cono Sur.
Somos una Iglesia cuya vida cotidiana no siempre es fácil, porque la fragilidad humana se hace presente, pero somos una realidad, una verdadera y propia Iglesia que el Señor construye cada día a través de la fragilidad y al mismo tiempo el esfuerzo de nuestras propias manos.
La propuesta es hacer buen uso de la presencia en el espacio digital, con un testimonio coherente, auténtico y reflexivo, comunicando con integridad y honradez, con una implicación interactiva, para que las redes no sean un instrumento para reducir las personas a categorías, ni para manipularlas emotivamente, ni para que los poderosos monopolicen las opiniones de los demás.
Nuestra comunidad también tiene la misión de ser Iglesia en medio del mundo, como una barca que navega sobre las aguas del mundo, de la historia, según nuestro carisma monástico. A través de la Iglesia, el Misterio de la Encarnación, nos dice Benedicto XVI, permanece presente para siempre, y así “Cristo sigue caminando a través de los tiempos y en todos los lugares”.
Campana para sexta. Después será la Misa. En la capilla, delante del altar, un florero con lirios amarillos. En su lozanía, dan gloria a Dios. Signo de aquello a lo que estamos llamados.
Podremos así comprender mejor el clima que se vivió en esta rica Asamblea, en la que se habló con mucha sinceridad sobre la situación y las experiencias de nuestras comunidades, como también sobre la necesidad de abrir los ojos a una genuina esperanza.
Pr 19,20: Escucha, hijo, la instrucción de tu padre, para que llegues a ser sabio en tu fin.
201. Tras un modo de vida recto, viene el conocimiento. En efecto, “en tu fin” no designa aquí el tiempo, sino la pureza tras la práctica de las virtudes.
