Inicio » Cuadmon » Cuadernos Monásticos Nº 182

Editorial

Nos hemos tomado el atrevimiento de invitar a reconsiderar desde ópticas complementarias –que el lector puede armonizar–, qué antropología es el sustento verdadero del monacato benedictino, su validez permanente, el modo de transmitirla y, movidos por la Gracia, intentar vivirla en la actualidad.

El P. Abad M. Casey, ocso, propone como colofón de su sustanciosa conferencia iniciada en nuestro número anterior, un Decálogo espigado de la RB con un lenguaje y de una manera totalmente aplicable, que impulsa hacia una ascesis válida para buscar permanentemente el Reino de Dios en la sociedad postmoderna en la que nos encontramos.

Dom J. Letellier, osb, al enfocar la formación, advierte hacia dónde queremos orientar tanto nuestras vidas de monjes como las de nuestros formandos, para transmitir de verdad del arte de vivir como permanente desarrollo de la propia y personal imagen de Dios inscripta en cada uno de nosotros desde los claros lineamientos señalados ya por san Agustín, y que tienden a un justo equilibrio entre la identidad de la persona y la identidad del grupo al que se pertenece, sin caer en “formateos” destructores de toda alteridad.

Dom D. Milroy, osb, esboza una muy lograda semblanza de un monje del siglo pasado conocido y admirado por muchos –Thomas Merton–, quien existencialmente sufrió las ambigüedades de una sociedad carente de referencias sólidas y cuyas falencias hoy están aún más acentuadas por no lograr encontrar asidero en una verdadera Paternidad.

Mientras que la Hna. Ana L. Forastieri, ocso, presenta con suma claridad la sólida antropología expuesta por los Padres Cistercienses del Siglo XII, vivida por santa Gertrudis (siglo XIII) y reflejada muy femeninamente en sus escritos.

Finalmente, las Cartas de Barsanufio y Juan, desde una lectura iluminada por los aportes del P. Abad Fernando Rivas, osb, invitan a responsabilizarnos no sólo de nuestras faltas o pecados personales, sino también de las de los demás, pues somos solidarios tanto en el Bien como en el mal. Sólo así construimos, comunitariamente, la gran familia de los hijos de Dios.

SUMARIO

Editorial

Un decálogo benedictino (2ª parte)

“En el monacato contemporáneo, la obediencia mutua se manifiesta de modo particular en el compromiso del diálogo, la búsqueda de consenso y la negociación. Aunque desconocido por Benito, tales procedimientos proporcionan nuevas vías para practicar el antiguo arte de la humildad. Reducir las oportunidades interactivas inherentes al trabajo en común o a la búsqueda comunitaria de una decisión conduce a un empobrecimiento de la dimensión afectiva de la comunidad. Escuchar a los otros, responderles honestamente y tratar de alcanzar una cierta fusión de horizontes son todos medios de demostrarles nuestra estima y respeto y nuestra voluntad de incorporar sus ideas y aspiraciones a nuestro propio punto de vista”.

Artículo

La mística de santa Gertrudis como expresión de la espiritualidad cisterciense

“Las monjas del siglo XIII ilustraron con sus propias vidas la doctrina espiritual de los padres cistercienses del siglo precedente. Me propongo aquí presentar los aspectos centrales de la espiritualidad cisterciense, a partir de las experiencias de una de sus místicas más notables: Gertrudis de Helfta”.

Artículo

Thomas Merton: Un estudio en torno a la ambigüedad del siglo XX

“Se puede afirmar con toda seguridad que ninguna voz monástica en el Siglo XX ha tenido mayor audiencia que la de Thomas Merton. La razón de esto es menos simple de lo que en principio podría parecer. Sus escritos tempranos dieron popular y llamativa expresión a un tipo bastante básico de idealismo monástico, que atrajo a una generación de posguerra, que buscaba alternativas tanto a la guerra nuclear como a un fácil hedonismo”.

Artículo

Formación y transmisión. De la “formatio” agustiniana al “formateo” del disco duro, una antropología que hay que respetar y la puesta en práctica de una pedagogía (1ª parte)

“La formación personal es legítimamente un beneficio para la persona al mismo tiempo que para el grupo social al que la persona pertenece. Dicho esto, la formación corre el riesgo de desviaciones en la medida en que ya no es considerada como realización de la persona y despliegue de sus capacidades sino condición de integración en un grupo social que impone sus leyes sin tener en cuenta el respeto a la persona. El justo equilibrio entre la identidad de la persona y la identidad del grupo no es tan fácil de realizar. Es incluso el lugar de tensiones a veces intensas y violentas y entonces se habla fácilmente de crisis de identidad, ya sea respecto a ciertos elementos del grupo o al grupo entero, que debe situarse a sí mismo con relación a otros grupos”.

Artículo

La auto-justificación de sí mismo en las cartas de Barsanufio y Juan

“Para poder entender la doctrina de Barsanufio y Juan acerca de la autojustificación se debe recordar que, en las enseñanzas de san Pablo, la obra de “santificación” realizada por Cristo, y el camino de la salvación que busca seguir el cristiano, reciben el nombre de “justificación”. El hombre santo es llamado “justo”. Esta expresión suena un poco extraña para la mentalidad moderna, especialmente el asimilar la santidad y la justicia. Las dos parecen no tener nada que ver, sin embargo, desde un punto de vista bíblico, están tan unidas que son inseparables y es un rasgo típico de la mentalidad bíblica que debería llegar a modelar el pensamiento y la vida espiritual del cristiano.

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