Inicio » Node » Cuadernos Monásticos Nº 116

Editorial

La Ascensión

Giotto. Padua, Capilla Scrovegni

Los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir” (Hch 1,9-11).

Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí (Jn 12, 32). La elevación en la Cruz significa y anuncia la elevación en la Ascensión al cielo. Es su comienzo. Jesucristo, el único Sacerdote de la Alianza nueva y eterna, no penetró en un Santuario hecho por mano de hombre..., sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro (Hb 9, 24). En el cielo, Cristo ejerce permanentemente su sacerdocio. De ahí que pueda salvar perfectamente a los que por Él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor (Hb 7, 25). Como Sumo Sacerdote de los bienes futuros (Hb 9, 11), es el centro y el oficiante principal de la liturgia que honra al Padre en los cielos (cf. Ap 4, 6-11).

“Cristo, desde entonces, está sentado a la derecha del Padre: por derecha del Padre entendemos la gloria y el honor de la divinidad, donde el que existía como Hijo de Dios antes de todos los siglos, como Dios y consubstancial al Padre, está sentado corporalmente después de que se encarnó y de que su carne fue glorificada (San Juan Damasceno)”[1].

 

EDITORIAL

El primer número, después de los treinta años de nuestra publicación, desea centrar la mirada del lector sobre la historia del monacato. Le ofrece entonces diversas contribuciones que muestran la amplitud, la variedad de formas y, sobre todo, la gran riqueza humana y espiritual de esta forma peculiar de seguimiento de Cristo.

Partimos del monacato primitivo cristiano, abordado desde tres ángulos diferentes pero complementarios:

el “fundador” de la vida comunitaria, de la koinonía;

el monacato agustiniano, en la sección “fuentes”, que puso las bases de la vida monástica para el Occidente;

la vivencia del misterio pascual, en concreto del domingo, en los monasterios occidentales.

En tanto que en los tres artículos restantes, el lector podrá acercarse a experiencias monásticas de épocas más cercanas a la nuestra, en tres latitudes diferentes: Europa, América del Sur y Rusia.

Este primer acercamiento será completado en los números subsiguientes con otros temas históricos, litúrgicos y espirituales, que confiamos ofrezcan a nuestros lectores una visión más clara de la especificidad de la vida monástica.

En esa misma línea, a partir de este año, ampliamos nuestros servicios al lector:

todos los números de Cuadernos Monásticos de 1995, están ya disponibles, para quien lo desee, en un “disquete”;

Ediciones Cuadernos Monásticos (ECUAM) aumentará el número de volúmenes impresos por año[2].

Queremos realizar todos los esfuerzos que sean necesarios, y estén a nuestro alcance, para que Cuadernos Monásticos y ECUAM sean realmente publicaciones formadoras, en el sentido más amplio del término, de vida cristiana, dando a conocer los innumerables tesoros de la vida monástica cristiana.

Si de Puebla a Santo Domingo la Iglesia de nuestro continente ha pasado de conocer a reconocer y agradecer la presencia de monjes y monasterios, creo que ahora debemos dar un nuevo paso: la inserción plena y definitiva; que la vida monástica colabore eficazmente, desde la fe, en la nueva evangelización. ¿Cómo? Principalmente, formando a la verdadera humanización: en la caridad y el respeto mutuo, en la oración, en el deseo de Dios, en la contemplación.

“Levantémonos, pues, de una vez, ya que la Escritura nos exhorta y nos dice: Ya es hora de levantarnos del sueño (Rm 13,11). Abramos los ojos a la luz divina, y oigamos con oído atento lo que diariamente nos amonesta la voz de Dios que clama diciendo: Si oyeren hoy su voz, no endurezcan sus corazones (Sal 94,8). Y otra vez: El que tenga oídos para oir (Mt 11,15), escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias (Ap 2,7). ¿Y qué dice? Vengan, hijos, escúchenme, yo les enseñaré el temor del Señor (Sal 33,12). Corran mientras tienen la luz de la vida, para que no los sorprendan las tinieblas de la muerte (Jn 12,35). Y el Señor, que busca su obrero entre la muchedumbre del pueblo al que dirige este llamado, dice de nuevo: ¿Quién es el hombre que quiere la vida y desea ver días felices? (Sal 33,13). Si tú, al oírlo, respondes «Yo», Dios te dice: Si quieres poseer la vida verdadera y eterna, guarda tu lengua del mal, y que tus labios no hablen con falsedad. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela (Sal 33,14 ss.). Y si hacen esto, pondré mis ojos sobre ustedes, y mis oídos oirán sus preces, y antes de que me invoquen les diré: «Aquí estoy». ¿Qué cosa más dulce para nosotros, carísimos hermanos, que esta voz del Señor que nos invita? Vean cómo el Señor en su bondad nos muestra el camino de la vida”[3].

 


[1] Catecismo de la Iglesia Católica nn. 662-664.

[2] En las páginas de este número de Cuadernos Monásticos, podrá hallar toda la información necesaria sobre ambos servicios.

[3] Regla de San Benito, prólogo 8-20.

 

SUMARIO

Editorial

El cenobitismo pacomiano (primera parte)

Visión amplia del monacato pacomiano a partir de las fuentes que sobre él poseemos. Esta primera parte nos ofrece la biografía de Pacomio, descubriéndonos los aspectos fundamentales de la acción del Santo.

Artículo

Armand-Jean de Rancé: converso y reformador (primera parte)

Este artículo revisa críticamente la personalidad de Rancé (+1700) y su obra. “¿Podría valer la pena preguntarse si, a pesar de todas sus faltas, exageraciones y limitaciones históricas, el tipo de heroísmo monástico predicado y practicado por Rancé y sus monjes no tiene aun ahora una lección para los cris­tianos situados en Polonia, China, o incluso para nosotros?”.

Artículo

Intentos y realizaciones de la Congregación Benedictina de Santa Otilia en Suramérica

Importante contribución: un nuevo mojón en el camino hacia una definitiva síntesis de la historia del monacato en Hispanoamérica.

Artículo

La celebración del domingo según la Regla del Maestro y la Regla de San Benito (primera parte)

Amplio estudio que trata sobre la celebración del día del Señor en la Regla del Maestro y en la Regla de San Benito, para presentar después una síntesis de “la espiritualidad del domingo según las dos Reglas monásticas”.

Artículo

Teófanes el Recluso

Esta nueva contribución del P. Krpan nos ayuda a proseguir nuestro acercamiento hacia un mejor conocimiento de los gran­des guías espirituales del monacato y del cristianismo ruso.

Artículo

San Agustín y la vida monástica (primera parte)

Antología de textos de las obras de San Agustín: su experiencia personal, las fuentes principales de las que se alimentó, los pilares sobre los que apoyó y organizó la vida monástica en su diócesis.

Fuente

Recensiones - Libros recibidos

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