DOMINGO 25º. Ciclo "A"
«(...) Este redil de la Iglesia recibe los cabritos con los corderos; pero, según asegura el Evangelio, cuando viniere el Juez, separa de los buenos a los malos, como el pastor separa de las ovejas a los cabritos. No pueden contarse allí en el rebaño de las ovejas los que aquí han sido esclavos de los placeres de su carne. El Juez separa allí de la suerte de los humildes a los que aquí se engríen llenos de soberbia; no pueden participar del reino de los cielos quienes, profesando aquí la fe celestial, buscan con todo afán las cosas terrenas.