¿POR QUÉ TENEMOS HOY NECESIDAD DE SANTA GERTRUDIS? (II)
La Virgen ofrece su Hijo a santa Gertrudis, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla,
La Virgen ofrece su Hijo a santa Gertrudis, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla,
«Hoy, en el monte Tabor, Cristo ha reelaborado la imagen de la belleza terrestre y la ha trasformado en icono de la belleza celestial. Por eso está bien que yo diga: ¡Este es un lugar terrible! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo (Gn 28,17). Hoy el Tabor y el Hermón se han alegrado a la vez (cf. Sal 88 [89],13); han invitado a todo el universo a alegrarse. El país de Zabulón y de Neftalí se han unido a la fiesta y han bailado bajo el sol.
Santa Gertrudis en inspiración, Lucas Valdés, 1680; paño central del retablo dedicado a la santa en la Iglesia
del Real Monasterio Cisterciense de San Clemente (Sevilla)[1].
«El texto que dice: Se dedicaba a buscar perlas finas, puedes compararlo con éste: Busquen y hallarán (Mt 7,7); y con este otro: Quien busca, halla (Mt 7,8). ¿A propósito de qué se dice busquen y quien busca, halla? Arriesgo la idea de que se trata de las perlas y la perla.
Claudio Pastro, Vitral de la capilla de Santa Gertrudis, Monasterio de Helfta, Alemania.
Roma, 15-17 de noviembre de 2016
Presentación
«(...) El que sembró tolera la mezcla... Hubiese sido lícito a los siervos decir: “¿Quieres que vayamos y recojamos la cizaña?”. Les molestó ver la cizaña y lamentaron verla mezclada a tan buena cosecha. Y dijeron: “¿No sembraste buena semilla? ¿De dónde viene el que apareciera la cizaña?”. Él les dio razón de su procedencia; sin embargo, no permitió que fuese arrancada antes de tiempo. Aunque los siervos mismos estaban enojados contra la cizaña, con todo pidieron el consejo y la orden del dueño.
«En la parábola del sembrador, Cristo nos muestra que su palabra se dirige a todos indistintamente. En efecto, lo mismo que el sembrador (del evangelio) no hace ninguna distinción entre las tierras, sino que siembra a todos los vientos, así el Señor no distingue entre el rico y el pobre, el sabio y el necio, el negligente y el aplicado, el valiente y el cobarde, sino que se dirige a todos y, aunque conoce el futuro, pone todo lo que sea de su parte para poder decir: ¿No he hecho todo lo que debía? (Is 5,4).
SOCIEDAD INTERNATIONAL THOMAS MERTON
Centro Thomas Merton Center, Bellarmine University
2001 Newburg Road, Louisville, KY 40205 USA
"Hubo un hombre de vida venerable,
bendito por gracia y por nombre Benito,
que desde su más tierna infancia tuvo la prudencia de un anciano.
Adelantándose a su edad por sus costumbres,
no entregó su espíritu a ningún placer sensual,