Capítulo 6. Que es útil para nosotros ser algunas veces abandonados por el Señor
Ya se mencionó, al inicio del capítulo segundo, el tema del “abandono” de Dios, o mejor la experiencia de esta realidad en la vida del monje, conforme la explicaba abba Ammonas. A semejante vivencia espiritual se une la certeza, que encontramos a menudo repetida en varios textos del primer monacato, de que la tentación sufrida por Cristo, no solo es necesaria, sino que nos une muy íntimamente a Él.
Conferencia cuarta: con abba Daniel. Sobre el deseo de la carne y del espíritu
Capítulos:
1. Sobre la vida de abba Daniel.
2. Pregunta: ¿de dónde se origina el repentino cambio de la mente desde la inefable alegría al tristísimo abatimiento del ánimo?
3. Respuesta a la pregunta formulada.
Capítulo 21. Objeción sobre la potestad del libre arbitrio
Una nueva pregunta de Germán inducirá a abba Pafnucio a cerrar esta conferencia diciendo que todo ser humano necesita el auxilio continuo de la gracia divina (capítulo 22.4).
Capítulo 17. La moderación y el soportar las tentaciones nos son dados por Dios
Este capítulo, y el siguiente, combinando primero textos paulinos y después oráculos proféticos, apoyan la premisa que quiere afirmar Casiano: nada es posible sin el auxilio de la gracia en el ámbito de la vida cristiana.
Capítulo 15. Que la capacidad intelectual por la que podemos conocer los mandamientos de Dios, y los efectos de la buena voluntad,
son dones del Señor
Capítulo 11. Pregunta sobre el libre arbitrio del hombre y la gracia de Dios
11. Germán: “¿En qué consiste, entonces, el libre arbitrio, y cómo pueden ser considerados laudables nuestros esfuerzos si Dios comienza y lleva a término todo lo que pertenece a nuestra perfección?”.
Capítulo 12. Respuesta sobre la dispensación de la gracia divina, permaneciendo la libertad de decisión
Capítulo 8. Sobre las propias riquezas, en las que consiste la belleza y la fealdad del alma
Tema importante en la tradición patrística y que seguramente también preocupaba a Casiano: la renuncia a los bienes. Sin embargo, nuestro Autor se muestra interesado no solo por las riquezas exteriores, sino especialmente por aquellas que se esconden en nuestro interior. Con el tratamiento de este tópico pondrá fin a su desarrollo sobre la vocación/llamada y las renuncias que se siguen.
Capítulo 7. Cómo se debe alcanzar la perfección de cada una de las renuncias
Capítulo 5. Cómo la primera vocación no es ventajosa para el perezoso y la última no obstaculiza al diligente
Casiano pone de relieve que la vocación, el llamado, incluso cuando lo recibamos del Señor mismo, no es sinónimo de una respuesta acorde a tan alta dignación. Y así como tenemos excelentes ejemplos de una vida conforme al llamamiento recibido: Abraham, san Antonio, abba Moisés, san Pablo; también tenemos ejemplos en sentido opuesto, entre los que sobresale particularmente el caso de Judas.