Muerte de Santa Gertrudis, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla, atribuida al pintor Valdés Leal[1].
«Puesto que, por la gracia de Dios, ya han entrado en la casa de las bodas, esto es, en la santa Iglesia, examinen con todo cuidado, hermanos, no sea que el Rey, al entrar, encuentre algo que reprender en los hábitos de sus almas, porque digno es de considerarse con gran temor del corazón, lo que a continuación se dice: Entrando después el rey a ver los convidados, reparó allí un hombre que no iba con vestido de boda.
Intercambio de corazones, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla, atribuida al pintor Valdés Leal[1].
«Aquel que es verdaderamente omnipotente, creador del universo y Dios invisible, Él mismo plantó desde los cielos la Verdad y la Palabra santa e incomprensible para los hombres y sólidamente la asentó en sus corazones.
Abrazo de Cristo, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla,
atribuida al pintor Valdés Leal[1].
«(...) ¿Por qué esto sino por lo que nosotros mismos vemos experimentalmente cada día, a saber, que muchas veces los que saben que no se han visto enredados en las seductoras mallas del pecado, se mantienen, sí, firmes en el camino de la Justicia y no cometen ninguna acción ilícita, pero, con todo, no anhelan con esfuerzo la patria del cielo y, por lo mismo que recuerdan no haber cometido acción ilícita alguna, se apegan más a las lícitas, y por lo regular mantiénense perezosos para realizar obras buenas de mayor importancia, puesto que se cuentan bastan