DOMINGO DE PENTECOSTÉS
«Es necesario comprender que el Espíritu Santo es aquel por quien el amor ha sido derramado en nuestros corazones (Rm 5, 5). Pues bien, dado que el amor debía reunir a la Iglesia de Dios por todo el universo, el don de hablar todas las lenguas, que entonces se otorgaba a un solo hombre, receptor del Espíritu Santo, se da a la Iglesia entera, que, reunida por el Espíritu Santo, habla ahora todas las lenguas.