DOMINGO 27º. Ciclo "A"
«Aquel que es verdaderamente omnipotente, creador del universo y Dios invisible, Él mismo plantó desde los cielos la Verdad y la Palabra santa e incomprensible para los hombres y sólidamente la asentó en sus corazones.
«Aquel que es verdaderamente omnipotente, creador del universo y Dios invisible, Él mismo plantó desde los cielos la Verdad y la Palabra santa e incomprensible para los hombres y sólidamente la asentó en sus corazones.
Abrazo de Cristo, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla,
atribuida al pintor Valdés Leal[1].
«(...) ¿Por qué esto sino por lo que nosotros mismos vemos experimentalmente cada día, a saber, que muchas veces los que saben que no se han visto enredados en las seductoras mallas del pecado, se mantienen, sí, firmes en el camino de la Justicia y no cometen ninguna acción ilícita, pero, con todo, no anhelan con esfuerzo la patria del cielo y, por lo mismo que recuerdan no haber cometido acción ilícita alguna, se apegan más a las lícitas, y por lo regular mantiénense perezosos para realizar obras buenas de mayor importancia, puesto que se cuentan bastan
«(...) Este redil de la Iglesia recibe los cabritos con los corderos; pero, según asegura el Evangelio, cuando viniere el Juez, separa de los buenos a los malos, como el pastor separa de las ovejas a los cabritos. No pueden contarse allí en el rebaño de las ovejas los que aquí han sido esclavos de los placeres de su carne. El Juez separa allí de la suerte de los humildes a los que aquí se engríen llenos de soberbia; no pueden participar del reino de los cielos quienes, profesando aquí la fe celestial, buscan con todo afán las cosas terrenas.
Coronación de santa Gertrudis, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla, atribuida al pintor Valdés Leal[1].
Dignidad del sufrimiento, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla, atribuida al pintor Valdés Leal[1].
«Puesto que quieren igualarse a Dios porque han sido creados a su imagen, imiten, por tanto, a su modelo. Ustedes, cristianos, cuyo nombre evoca la caridad, imiten el amor de Cristo. Consideren la riqueza de su benevolencia hacia los hombres. Antes de manifestarse a ellos, envió a Juan para predicarles la penitencia y arrepentimiento y, antes del Precursor, a todos los profetas para enseñarles la conversión.
Eucaristía y rescate de las almas del purgatorio, pintura de hornacina del retablo de Santa Gertrudis de la iglesia del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla,
atribuida al pintor Valdés Leal[1].