SANTA GERTRUDIS, APÓSTOL DE UNA PREPARACIÓN ECLESIAL A LA COMUNIÓN EUCARÍSTICA (II)

Santa Gertrudis, Altar del Sagrado Corazón de Jesús, Iglesia de La Merced, La Habana, Cuba.
Por Olivier Quenardel, ocso[1]
C - Los ornamentos de la Iglesia

Santa Gertrudis, Altar del Sagrado Corazón de Jesús, Iglesia de La Merced, La Habana, Cuba.
Por Olivier Quenardel, ocso[1]
C - Los ornamentos de la Iglesia
San Juan Bautista. Hacia 1300. Constantinopla
«San Benito les propone a los monjes la figura del hijo de san Zacarías como un resplandeciente ejemplo de vida monástica, que debe ser amado e imitado. “¿Qué salieron a ver en el desierto?” ( Mt 11,7)
Cada clima tiene sus propias flores. La vida monástica es una planta exótica y rara, que crece y florece especialmente en el desierto. Por eso escribía san Jerónimo: “¿Qué haces en la ciudad, tú que eres monje?”..

Santa Gertrudis, imagen de altar. Parroquia de Santa Gertrudis, Grecia, Diócesis de Alajuela, Costa Rica.
Por Olivier Quenardel, ocso[1]
El Juicio final. 1446-1452. Rogier van der Weyden. Beaune, Francia.
«Los santos Padres consideran comúnmente tres Advientos de Dios sobre la tierra.
La primera vez el Creador vino al mundo para crearlo de la nada.
“Al principio Dios creó el cielo y la tierra” (Gn 1,1).

Santa Gertrudis, imagen procesional. Parroquia de Santa Gertrudis, Grecia, Diócesis de Alajuela, Costa Rica.
Por Olivier Quenardel, ocso[1]
Cristo Pantocrator. Siglo XII. Ábside de San Clemente de Tahull. Cataluña, España.
“...Vestir al desnudo, visitar al enfermo (cf. Mt 25,36)...” (RB 4,15-16)
“Ante todo y sobre todo se ha de atender a los hermanos enfermos, sirviéndolos como a Cristo en persona, porque Él mismo dijo: Enfermo estuve y me visitaron (Mt 25,36), y: Lo que hicieron a uno de estos pequeños, a mí me lo hicieron (Mt 25,40)” (RB 36,1-3).

Carta de San Macario, monje, a sus discípulos[1]

Oh Jesús mío,
por tu ternura, borra todas mi iniquidades;
por tu amor, cubre y oculta todos mis pecados;
por tu dilección, suple mis negligencias;
por tu amor, devuélveme la libertad de espíritu
por la cual me hiciste libre,
tú, el heredero inocente,

Santa Gertrudis - Basílica Catedral de la Inmaculada Concepción - Manila, Filipinas.
Por Olivier Quenardel, ocso[1]